Este fue el único escándalo del príncipe Eduardo que hizo enojar a la reina Isabel

El príncipe Eduardo, hijo menor de la reina Isabel y anteriormente conocido como duque de Wessex, ha sido reconocido por su discreción en comparación con otros miembros de la realeza. 

Sin embargo, un escándalo del príncipe en particular provocó la indignación de la fallecida reina Isabel y del Palacio de Buckingham. Según expertos en la familia real, el príncipe Eduardo siempre estuvo a la sombra de sus hermanos Carlos, Ana y Andrés, lo que lo llevó a no ser el favorito de su madre, en contraste con el príncipe Andrés, quien era el consentido.

El descontento real se intensificó cuando el menor hermano del rey Carlos decidió incursionar en el mundo de la producción televisiva, iniciando una carrera que generó controversia dentro de la familia real. Informa Voces  Críticas.

A través de Ardent Productions, el Duque de Edimburgo se dedicó a la producción audiovisual, abandonando su carrera militar, situación que desagradó en ese entonces a la reina Isabel y al resto de la familia real, ya que consideraban inapropiado que un miembro de la corona se involucrara en ese medio, especialmente por los posibles cuestionamientos hacia la realeza británica en programas de televisión críticos.

La tensión se agravó cuando el príncipe Eduardo compartió imágenes del príncipe Guillermo durante su etapa universitaria, acto que fue duramente recriminado por su hermano Carlos, actual rey del Reino Unido, calificándolo como una falta grave. 

A pesar de haber crecido en el palacio de Buckingham, el príncipe Eduardo siempre se sintió marginado en comparación con sus hermanos mayores, debido a que ostentaba un título menor, siendo el conde antes de convertirse en duque de Edimburgo, mientras que Carlos y Ana eran príncipes y Andrés, duque de York.

A pesar de este único escándalo que marcó su trayectoria, el príncipe Eduardo ha tratado de mantener una imagen profesional y respetuosa, demostrando su interés por desarrollar proyectos creativos y alejarse del tradicional camino de la realeza. Su incursión en la producción televisiva creó tensiones internas, pero también evidenció su deseo de explorar nuevas oportunidades más allá de los límites establecidos para los miembros de la familia real británica.