Día de los Abuelos: origen de una “nueva” celebración en honor a san Joaquín y santa Ana

ARGENTINA (Redacción Voces Críticas) Hoy se celebra el Día de los Abuelos, también llamado el Día del Abuelo para homenajear a quienes dieron la vida a nuestros padres, en honor a san Joaquín y santa Ana. Contrariamente a lo que se puede pensar, esta celebración viene a completar a los ya tradicionales Día del Padre y Día de la Madre.

El Día de los Abuelos se impone cada año con más fuerza y se celebra en los colegios e instituciones educativas  invitando a los abuelos a compartir con sus nietos un ágape, organizando actos y celebraciones. Claro que este año pandémico nos obliga a celebrarlo a “remoto”.

El Día de los Abuelos se celebra tradicionalmente el 26 de julio en Argentina porque se recuerda a santa Ana y san Joaquín, los padres de la Virgen María, por ello es que algunos prefieren referirse a ambos santos como los patronos de los abuelos.

Ambos santos fueron padres a una edad en que se consideraba imposible poder concebir un hijo. Por eso, ante el relato del protoevangelio de Santiago, que consignaba la burla por parte de los vecinos hacia Ana y Joaquín a causa de este infortunio, un ángel se apareció a Ana diciéndole que “el Señor ha escuchado” la oración y que iba a concebir y dar a luz. Así fue como nació la Virgen María, la madre del Mesías, el hijo de Dios vivo.

San Joaquín era venerado desde muy temprano por los griegos, y es el patrono de numerosos sitios de España, Filipinas e Hispanoamérica. ¡Feliz Día de los Abuelos!

Oración a san Joaquín y santa Ana

Insigne y glorioso patriarca san Joaquín y bondadosísima santa Ana, ¡cuánto es mi gozo al considerar que fueron escogidos entre todos los santos de Dios para dar cumplimiento divino y enriquecer al mundo con la gran Madre de Dios, María Santísima! Por tan singular privilegio, han llegado a tener la mayor influencia sobre ambos, Madre e Hijo, para conseguirnos las gracias que más necesitamos.

Con gran confianza recurro a su protección poderosa y les encomiendo todas mis necesidades espirituales y materiales y las de mi familia. Especialmente la gracia particular que confío a su solicitud y vivamente deseo obtener por su intercesión.

Como ustedes fueron ejemplo perfecto de vida interior, obténgame el don de la más sincera oración. Que yo nunca ponga mi corazón en los bienes pasajeros de esta vida.

Denme vivo y constante amor a Jesús y a María. Obténganme también una devoción sincera y obediencia a la Santa Iglesia y al Papa que la gobierna para que yo viva y muera con fe, esperanza y perfecta caridad.

Que yo siempre invoque los santos Nombres de Jesús y de María, y así me salve.

Amén