Un presidente colgado en Plaza de Mayo, la profecía de Don Orione que aun no se cumplió

Se cumplieron 80 años del fallecimiento del sacerdote italiano que vivió en Argentina durante muchos años, Luis Orione, conocido como Don Orione. Fue santificado 16 años atrás, y durante su estadía en nuestro país, realizó una importante obra en los sectores marginales, sobre todo en el Gran Buenos Aires, en el Cotolengo.

En 2004, el Papa Juan Pablo II anunció la santificación del sacerdote, pero en ese momento no se tuvo en cuenta las diez profecías que hizo en relación a Argentina, de las cuales, hasta el día de hoy ya se cumplieron 8.

Conocido como el sacerdote de los pobres, dejó diez predicciones sobre el futuro argentino, las cuales se remontan a 1937, y luego fueron reflotadas, sobre todo en los tiempos de la autodenominada Revolución Libertadora, por el antiperonismo ya que a varias de ellas aludían a situaciones propias de esa época.

Algunas de las predicciones de Don Orione son hasta el día de hoy,  vinculadas con hechos de gran trascendencia como lo fue “El Cordobazo” de 1969 y hasta existen otras que no se explican y que se considera que están incumplidas y que podrían producirse a lo largo del actual siglo XXI.

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Las profecías de Don Orione

Quienes escribieron en torno a las profecías de Don Orione remarcaron las más impactantes: su anticipo en el año 1937 sobre la futura quema de las iglesias en 1955, la que se toma como la más acertada de sus visiones.

La seguidilla de premoniciones de Don Orione atribuida a Juan Domingo Perón continúa con que el golpe no iba a solucionar los problemas del país y con una cuarta que califica a quienes lo sucedieron en el cargo como “una serie de gobiernos anodinos”.

Sus más fieles seguidores señalan que todas ellas están cumplidas al igual que algunas otras posteriores. La quinta, sexta y séptima profecía también tiene quienes las dan como verificadas. Son las que adelantaron que Córdoba se iba a convertir en un hervidero (El cordobazo), que “el caudillo” (Perón) iba a regresar al país y que ríos de sangre iban a correr en la Argentina.

Sin embargo, no alcanza para explicar las tres últimas, ya que la octava anuncia que un presidente será colgado en la Plaza de Mayo, que la bandera argentina no flameará por dos días en la Casa Rosada y que, finalmente, se encontrará la paz y la tranquilidad cuando un “hombre del norte”, católico, gobierne por muchos años.