Felipe VI sorprendió por hablar en un tono informal en su visita a Mercamadrid

Felipe VI y la reina Letizia visitaron la madrugada del jueves las instalaciones de Mercamadrid, el mercado más grande de España. Aparecieron con guantes y barbijos. Los monarcas responden a una demanda de semanas que pedían más cercanía con los dolientes del coronavirus, tanto los familiares de las víctimas como los millones de desempleados que se vislumbras en dos semanas de confinamiento. En su participación, el hijo de Juan Carlos I llamó la atención por su informalidad en sus dichos.La prensa de ese país no perdió la oportunidad y destacó esa falta en el "protocolo". 

A las cinco de la madrugada aparecieron el jefe de Estado y su esposa, hablando con los trabajadores y transportistas de Mercamadrid. También estaban la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto y  el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Entre una de las conversaciones con los empleados, el rey preguntó cómo se está desarrollando la jornada en los últimos meses. Un transportista explicó que la distribución ha bajado un poco durante la pandemia, sobre todo en hostelería y colegios, pero que el resto sigue funcionando. En 2020, se espera una caída del producto interno bruto español de 9,2%. Y el desempleo rondará el 20%. 

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El hijo de la reina Sofía declaró al transportista: "No has parado nada, macho". También manifestó a los mercaderes: “El aplauso lo meceren todos ustedes”. Dos frases que sorprendió a la prensa española por ser tan "coloquial". Además, se mostró más amigable y descontracturado. Saludó a los empleados con el codo. Hubo quienes exclamaron: "¡Viva el rey!", reportó la agencia de noticias Efe. El director general de Mercamadrid, David Chica, mantuvo previamente un encuentro por videollamada con el monarca, el pasado 25 de marzo, para reconocer el papel esencial que el centro logístico ha desempeñado durante la crisis del coronavirus a la hora de garantizar el suministro a 12 millones de consumidores en un radio de acción de 500 kilómetros cerca de la capital.

Felipe VI y su esposa ingresaron primero en el mercado central de pescado y, ya con la luz del día, en el de frutas y hortalizas. En ambos recintos se detuvieron en varios puestos para charlar con los comerciantes y conocer con detalle cómo es el funcionamiento de la cadena de venta de los productos frescos. La presencia de los reyes generó un gran revuelo, lo que ha dado pie a que en algunos puntos fuera difícil mantener la distancia física con quienes querían verles y sacar fotos con los teléfonos móviles. La visita se prolongó durante tres horas y ha concluido con una foto de familia con representantes de todos los colectivos que trabajan en Mercamadrid.

Los empleados del mercado madrileño ovacionaron al hijo de Juan Carlos I en agradecimiento. "El aplauso lo merecéis todos vosotros", respondió Felipe VI para valorar el trabajo de las 9.000 personas y las más de 800 empresas que proveen de alimentos frescos a miles de hogares. Los reyes también conversaron con camioneros en los muelles de carga y con los encargados de preparar la comida a los transportistas y a otros trabajadores. Es la primera visita de los monarcas en un lugar de ese tipo. Anteriormente, visitaron al centro de llamadas de emergencias, un lugar más controlado y menos concurrido.