Mirá de qué manera arman las estafas piramidales empresas cómo Skin, Amway o Herbalife

Recientemente marcas como Skin, Amway o Herbalife, son el eje de varias discusiones que se centran en otro más complejo, que es el negocio piramidal.  Estas marcas acaso representan los modelos más paradigmáticos de este tipo de organizaciones que, desde hace muchos años, vienen siendo puesto en duda como una de las formas de estafas del mundo moderno y capitalista.  Claro que, para otros, especialmente a aquellos que forman su red de Asesores Independientes, como ellos mismos los denominan, es la vía para mejorar de forma cuantitativas las ganancias.  Pero ¿Cómo es que logra una marca lograr convencer a tanta gente y que, pese a sus múltiples denuncias, sigan actuando con total impunidad?.

En primer lugar debemos entender el contexto en que éstas estructuras de negocios funcionan.  Lo hacen disfrazando ser parte del anti-sistema, cuando en realidad son un ingrediente propio del capitalismo salvaje que reina (o reinaba antes del COVID-19) a lo largo y ancho del mundo.  Su promesa para la captación de vendedores es fundamental para comenzar el engranaje de engaños: la idea de una independencia financiera y la venta de sus productos a familiares y conocidos es uno de los puntos fundamentales de su éxito.

Estas marcas sean que se dediquen a la venta de suplementos vitamínicos o productos de bellezas, captan a los incrédulas victimas en su red de comercialización a través de la figura del asesor independiente. Para ello se manipulan todo tipo de metodologías: desde la conversión de clientes en asesores, a la publicación de ofertas de trabajo en diversas plataformas para la búsqueda laboral. Incluso prometen a los mismos recibir parte de los beneficios y acrecentar su nivel en la jerarquía.

Otro de los puntos fundamentales es que, para la venta de sus productos, estas compañías piramidales, es el aporte de sustanciales sumas de dineros en patrocinantes de mucha transcendencia.  La empresa de suplementos por caso, tiene como cara visible, ni más ni menos que al astro del fútbol Cristiano. Avon es otro caso típico, allí podemos encontrar a la actriz Megan Fox  como imagen de las fragancias, e incluso se puede ver a Fergie, María Sharapova y Olivia Wilde. En tanto Amway también tiene una táctica agresiva de patrocinios en el deporte. Fue la marca del equipo olímpico que compite por Chino en los juegos de Río 2016.  Y así la lista se hace interminable.

Ganar credibilidad es esencial para este tipo de organizaciones como Skin, Amway o Herbalife . Es común escuchar especialistas o médicos, destacando las cualidades del producto. Defienden (en ocasiones sin saberlo) sobre los puntos fuertes en tanto la nutrición o las bondades del producto. Tras estos artilugios existe una solo consigna: Su mirada de responsabilidad social corporativa para ocultar una reputación que está continuamente en el ojo de la tormenta.

Por último, el documental estadounidense llamado Betting on Zero, de Ted Braun,  donde se pueden escuchar diversas  historias que desnudan las prácticas fraudulentas de compañías como Skin, Amway o Herbalife, también deja al descubierto como su objetivo es enfocar el negocio en la comunidad de inmigrantes y de llevar su modelo a países en vías de desarrollo. La tercera parte para que su esquema piramidal cierre el vértice perfecto: apuntar donde el crudo capitalismo más víctimas tiene.  Donde el deseo de lograr “el sueño americano” está a flor de piel.  Donde aquello de lograr lo que pocas veces se consigue se presenta a tan solo un paso de ser posible.  Donde la necesidad sigue teniendo cara de hereje.