San Francisco de Asís: quién fue y por qué se lo recuerda hoy

MUNDO (Redacción Voces Críticas) Hoy se celebra el día de san Francisco de Asís, el santo de la pobreza. Por algo el papa Francisco tomó su nombre al asumir como papa de la Iglesia católica.

San Francisco, hijo de un rico mercader italiano, dejó todos sus bienes y se consagró a Cristo, emulando su pobreza material, surcando inmensos caminos en la fe popular.

San Francisco podía “hablar” con los animales, veía a los demonios, fundó la orden franciscana y dejó profunda huella en la humanidad. Asís, la ciudad medieval italiana que conserva sus restos es una urna a cielo abierto que testimonia la vida del santo en la tierra.

San Francisco también es el responsable de que hoy la humanidad recuerde el nacimiento de Cristo con la evocación del pesebre con las figuras de Cristo recién nacido, María, José y los animales del pesebre de Belén.

Francisco nació con el nombre de Giovanni di Pietro Bernardone en Asís entre los años 1181 y 11825​, falleciendo el 3 de octubre de 1226, aunque recordado el 4 de octubre dado que su paso a la eternidad se registró esa misma noche.

Recibió los estigmas de Cristo, aunque contrariamente a lo que se piensa, san Francisco no era sacerdote, sino diacono, un estadio anterior al sacerdocio. Su vida acomodada de hijo de mercader no registraba contratiempos hasta que se dirigió a la guerra y fue tomado prisionero. Cuando su salud comenzaba a decaer, en medio de los azotes del conflicto bélico, escuchó una voz que lo instaba a servir “al amo, no al siervo”.

Inmediatamente su vida toma un giro, y Francisco renuncia a las riquezas temporales. Visitaba a los enfermos de su tiempo y se entregó a la vida de recogimiento y oración. Dios hace maravillas en las almas más pequeñas, entregándolas a la gloria de Dios.

Primero se dedicó a reconstruir la iglesia de San Damián y San Pedro. Mientras transcurría su vida, tremendos milagros de conversiones sucedían a su alrededor. Más tarde, construyó en Asís la iglesia de la Porciúncula, donde tuvo la visión de Jesús y los ángeles, por ello también se la llama iglesia de Santa María de los Ángeles, siendo elevada a categoría de basílica.

Popularizó el fraternal saludo: “La paz sea contigo”. La orden franciscana dio numerosos santos, entre los más populares están san Antonio y el padre Pío de Pietrelcina. Santa Clara de Asís, contemporánea de san Francisco también pertenece a la orden, fundando con san francisco la orden de las hermanas clarisas o segunda orden franciscana.

El joven Carlo Acutis, próximo beato de la Iglesia católica, admiraba profundamente su vida y pidió ser sepultado en Asís, la cuna de san Francisco.

Francisco de Asís es sinónimo de santidad y pobreza, pobreza y santidad. Toda una ciudad lo recuerda con su nombre, pero el mundo lo recuerda en el día de hoy, en su paso al Reino de Dios.