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POR FRANCO ALVARADO PARA VOCES CRÍTICAS

Patricia Argañaráz: ¿Una MILF con síndrome de midorexia en el mundo de Tinder?

Hay mujeres y mujeres…

Patricia Argañaráz. Fuente: Twitter
jueves 11 de junio de 2020

SALTA.- (Por Franco Alvarado para Voces CríticasHay mujeres y mujeres, es verdad. Las hay aquellas que ganan los años con vigor espiritual y acompañan su proceso físico de madurez con dignidad, y están aquellas otras que como la Reina Grimholde, la popular Reina Malvada de Blancanieves, pasan sus horas frente al espejo preguntándose: ¿Quién es la más linda de todas?

Claro, a la gran mayoría el espejo jamás les contesta nada y entran en la angustia vital de ver que mientras ellas alargan los años, las más jóvenes acortan las polleras y eso en el mercado de la carne cotiza. Vale decir –como en Liniers-, no es lo mismo una ternera que una vaquillona, obviamente…, salvo que se cotice por peso vivo, claro, donde ya las segundas tienen mayores posibilidades.

Así es que la realidad, a diferencia de la Grimholde, termina convirtiendo al espejo en un enemigo pero como nada se puede contra ese impávido objeto reflejante, la que debe cambiar es la mujer.

Extenso exordio para ubicar en la composición de lugar y tiempo (Lugar: Salta; Tiempo: Hace mucho) a la protagonista de esta historia desesperada… o desesperada por la historia, tal vez mejor; la conocida ex dirigente sindicalista, Patricia Argañaráz, que en lugar de hacer añicos al espejo por la imagen que le devolvía, destrozó a todo el gremio que conducía. Pero eso es harina de otro juzgado.

El caso es que la dicha Argañaráz luego de convidar con manzanas envenenadas a sus colegas del gremio, partió al ostracismo dejando de pasear su figura torneada a silicona y almizclada con fragancias francesas que mantenían a distancia hasta el propio COVID-19, por los pasillos de la ADP que lucía como Roma luego del paso de Alarico y salvo algún que otro escandalete judicial, nada más se supo de ella.

Hasta que…

Las Redes sociales que no saben de guardar recato alguno, volvieron a mostrar a la Argañaráz esta vez en vestimenta y poses lindantes con una onda vedetonga de cuarto tiempo, enfundada en modelitos de talles unos cuatro números más chicos, demostrando una habilidad para contener la respiración que haría la envidia de un buzo de la marina norteamericana.

En efecto, una revocada…, perdón, renovada, Patricia Argañaráz luce sus voluptuosidades en la Red Tinder, para quienes no saben, algo así como un estanque de truchas donde no basta más que lanzar el anzuelo para que la cosa pique. Claro, también es posible hacer amistades variopintas, aclaración hecha a los fines de que no se piense que la cosa viene de levante.

Levante de la autoestima queremos decir, ya que los últimos acontecimientos dejaron a la Argañaráz como lechuza cascoteada, herida en su orgullo, menguada en su patrimonio y lapidada en su prestigio. Nadie dirá que la Argañaráz sea acaso una trastornada por el síndrome de midorexia, patología psíquica de aquellas que no aceptan su propia edad y que se resisten a envejecer, pues la fotos que publica la muestran dispuesta a todo dar.

Así que mujer de armas llevar, allí va de nuevo la Argañaráz, dispuesta a seguir violando la ley, esta vez la ley de la naturaleza para demostrar que a los 50, todavía se puede estar en edad de merecer.-

Por Franco Alvarado  para Voces Críticas

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