¿Se dio vuelta la tortilla? Denuncian que salteños y jujeños van hasta Bolivia para cobrar planes sociales

SALTA (Redacción Voces Críticas) En incontables ocasiones este medio de comunicación expuso a una importante cantidad de ciudadanos bolivianos que arribaban hasta el territorio salteño para cobrar diversos planes sociales, como el Ingreso Familiar de Emergencia, entre otros. Ahora pareciera que la situación se revirtió y es que vecinos salteños y jujeños fueron observados en Bolivia cobrando beneficios.

Se trata de la irregular situación denunciada por los vecinos de la localidad boliviana de Bermejo -al límite con Aguas Blancas-, quienes aseguran que durante estos últimos días, decenas de argentinos, entre ellos vecinos de Salta y Jujuy, ingresaron al territorio de Bolivia para hacerse de algunos bonos de fin de año.

Es en tal sentido que, durante las horas de la madrugada de este miércoles 9 de diciembre y jueves 10, se pudo apreciar a una importante cantidad de salteños y jujeños, supuestamente de doble nacionalidad, haciendo fila frente a los populares botes o chalanas, para ingresar al vecino país y de esta forma esquivar los controles de Gendarmería Nacional en Aguas Blancas.

Según se pudo averiguar, lo que pretendían cobrar estas personas son los bonos de fin de año brindados por algunos municipios bolivianos, además de otro beneficio llamado Renta Dignidad para las personas de la tercera edad, es por esto que muchos adultos mayores fueron vistos por los ciudadanos bolivianos intentando hacerse unos pesos.

Sin embargo, muchos de ellos no pudieron cobrar nada y es que al momento de llegar a la entidad bancaria en donde deberían retirar el dinero, se les comunica que se encuentran inhabilitados o deben actualizar sus datos, problema que surge debido a que estas personas pasaron muchos años sin cobrar los planes sociales.

En consecuencia de todo ello, quienes pretenden cobrar sí o sí los beneficios sociales se trasladan hacia la Gestora Pública de la Seguridad Social, lugar en donde continúan haciendo largas filas, incluso durante horas de la madrugada, para no quedarse con las manos vacías.