Día de Reyes Magos: el origen de la bella tradición familiar

Una de las tradiciones que se espera en familia, cada inicio de año es la celebración por el Día de los Reyes Magos. Es que se trata de un momento único, donde grandes y chicos dejan llevarse por la ilusión de lo que será el despertar y encontrar un regalo. No faltan aquellos que incluso aguardan hasta altas horas esperando poder encontrarlos. 

La ceremonia de preparar el pasto y agua para los camellos y el dejar un par de calzados, forman parte casi de un ritual. Pero todo esto tiene un origen que nos remonta a muchísimos años en el tiempo, cuando sucedió el nacimiento de Jesús. Según los evangelios, es aquí cuando estos tres hombres hacen su aparición por primera vez. 

 Según revela el Evangelio de San Mateo, unos magos llegados de oriente fueron guiados por una estrella para que llegaran hasta el lugar donde estaba en rey de los judios, que acababa de nacer. Herodes quien en ese momento era el rey de Judea, les encargó que anunciaran cuando esto sucediera. 

Los Reyes Magos guiados por la estrella llegaron a destino en un establo en Belén y el pequeño estaba acompañado por sus madres María y José. Es en ese momento, cuando a modo de ofrenda le entregaron oro, incienso y mirra. Fueron advertidos por un ángel para que no volvieran al palacio de Herodes ya que este sólo quería acabar con la vida del niño.

El origen de los nombres

Con muy pocos datos sobre el tema en los textos biblicos, se especula que el origen de los nombres Melchor, Gaspar y Baltazar recién llegó con la edad media. Aparecieron por primera vez en el famoso mosaico del siglo VI en la basílica de San Apolinar el Nuevo en la ciudad italiana de Ravena. Textos de literatura antigüa española del siglo XII dan cuenta de ellos también con esos nombres.