¿Sáenz tiene oposición en Salta?

SALTA.- ( Redacción Voces Críticas) ¿Sáenz tiene oposición en Salta? Analizamos esta variable junto a Federico Núñez Burgos.

V. C.: ¿Cómo ve la pizarra política que se está esbozando hasta el momento? ¿Considera que el radicalismo se va a encolumnar a algún frente?

F. N. B.: Considero que desde hace varios años,  la política no es de partidos individuales sino de voluntades colectivas. Naturalmente los partidos políticos han madurado y han ido entendiendo la necesidad de la construcción de frentes políticos que representen el interés de una mayor cantidad de personas. Esto lo demuestra la conformación original del kirchnerismo, la transversalidad, Juntos por el Cambio. Uno va viendo esas expresiones frentistas que van mostrando la madurez de la dinámica de la competencia electoral y de los partidos políticos. Tenemos la expectativa, y estamos trabajando para ello, de que  el radicalismo en Salta entienda que tiene que integrar un frente político en donde se debatan las cuestiones de las políticas públicas, el problema de la educación, del trabajo, la pobreza  y todas estas cosas que nos están ocurriendo para que se discuta seriamente la forma de la salida de la crisis que resulta de la pandemia. Estamos trabajando para que el radicalismo integre un frente que tenga estas características y un componente social que no lo deje parado al lado de los sectores conservadores, sino al lado de los sectores más progresistas que representen el interés de los distintos sectores de la sociedad. Nosotros estamos trabajando para que esto sea así, creo que el radicalismo debe integrar un frente porque de otra manera no va a poder competir.

V. C.: ¿Qué alianzas puede realizar el radicalismo?

F. N. B.: Me parece que el espacio que más representa los intereses sociales del radicalismo, es el conjunto de partidos que integra el frente del Gobernador Sáenz. Fuera de esto, nos caemos en un populismo que no despega, no produce enriquecimiento y nos lleva a discutir cosas como que la exportación es una maldición para Argentina. En Salta el conjunto de partidos que integran el frente del Gobernador Sáenz, siguen representando los intereses más progresistas de más desarrollo, de debate interno y por supuesto de efectivización de políticas públicas.

V. C.: ¿Sáenz tiene oposición en Salta?

F. N. B.: Hay una oposición. Dentro de la dinámica política hay sectores que son más críticos, pero creo que hemos encontrado dinámicas internas para resolver estás complicaciones y mostrar hacia fuera unidades de criterio. Esto no significa que todos los partidos o todas las personas que vayan integrando el frente piensen exactamente igual.

V. C.: Puede haber sectores críticos o menos críticos, pero no hay sectores opositores por lo que veo. 

F. N. B.: Lo que pasa es que la construcción de un espacio opositor no depende del oficialismo, depende de las voluntades que no están siendo representada por el oficialismo. Justamente quiénes son opuestos a las políticas públicas del actual Gobierno, efectivamente están representando los intereses de tantos salteños como para consolidar un espacio opositor. Naturalmente el oficialismo avanza en la construcción de espacios de poder que sean los más amplios posibles y con esta nueva dinámica buscan que sea lo más representativo posible. La construcción de una oposición depende de la calidad de los líderes que se planteen como opositores.

V. C.: ¿Considera que la cuestión cambia en cuanto a la dirigencia nacional?

F. N. B.: Me parece que a nivel nacional la diferencia fundamental está basada en el oficialismo. Cuando explotó el problema de la pandemia en marzo del año pasado, Alberto Fernández planteó un discurso moderado sacándose una foto con Gerardo Morales, Rodríguez Larreta y muchos de nosotros tuvimos las expectativas de tener un Presidente a la altura de las circunstancias. Esta idea duró poco y desde mayo, el Gobierno fue radicalizando su posición dejando de lado a la oposición y dejando de concertar políticas propuestas para entrar a una dinámica terrible de discusión de reforma judicial, debates como el aborto y no discutir con la oposición la salida económica a la crisis sanitaria, cuestiones que son de políticas públicas y de largo plazo. Muchos argentinos tenemos esta sensación que otra vez los que se enriquecieron están libres en la calle y han sido condonados en su deuda con la sociedad. Esto ha provocado que el Gobierno de Fernández se radicalice de forma tal que no representa los intereses de este centro moderado que debe representar el radicalismo y esto genera que el radicalismo no pueda coexistir a nivel nacional con un Gobierno radicalizado que no encuentra la salida a la crisis económica y sanitaria. Por consiguiente discutimos cuestiones como poner un cepo a las exportaciones argentinas, es de locos que el país granero del mundo no pueda exportar sus granos.