El papa Francisco se mostró solidario con las víctimas del terremoto de Indonesia

SALTA (Redacción Voces Críticas) El papa Francisco mostró nuevamente la solidaridad con los que se ven afectados por situaciones externas. En este caso, luego del ángelus, el pontífice dedicó palabras de aliento a las víctimas del terremoto de Indonesia, en el marco de la catástrofe vivida, y también se refirió a las personas que fallecieron en el accidente aéreo producido también en Indonesia el sábado 9 de enero.

Durante la oración del ángelus -anunciación de la concepción de Jesús a María por parte del ángel Gabriel- el papa Francisco no había personas en el recinto debido al recrudecimiento de la pandemia por COVID-19.

La reflexión del papa Francisco a la que nos tiene acostumbrados los domingos se centró en la narración del encuentro de Jesús con los primeros discípulos en el río Jordán, luego de su bautismo por parte de Juan el Bautista, su primo, ya que era hijo de santa Isabel.

Fue Juan el Bautista el que marca la presencia del Mesías en el Jordán con las palabras: “He ahí el Cordero de Dios”. El papa Francisco expresa que lo que dice el Señor no puede ser considerado como “una tarjeta de visita, sino la invitación a un encuentro”

¿Quiénes eran los hombres que acudieron a su encuentro en los momentos mismos en los que se dirigía a recibir el bautismo?”. Se trata de Andrés y su hermanos Simón, al que Jesús le llamó Pedro, y sobre esa piedra (tal es la raíz de esa palabra en latín) edificó las bases de la Iglesia.

Recordó Francisco la atracción que Jesús produjo en los hermanos pescadores, que los siguieron y permanecieron con él esa tarde, "advirtiendo la belleza de palabras que responden a su esperanza cada vez más grande".

“Cada llamada de Dios es una iniciativa de su amor. Dios llama a la vida, llama a la fe, y llama a un estado de vida particular. La primera llamada de Dios es a la vida; con ella nos constituye como personas; es una llamada individual, porque Dios no hace las cosas en serie. Después Dios nos llama a la fe y a formar parte de su familia, como hijos de Dios”, expresó el sucesor de Pedro en alentadoras palabras.

En efecto, la Iglesia católica es cristocéntrica, el mensaje se circunscribe a Cristo, el Mesías, el hijo de Dios. Expresó también que la llamada de Dios puede provenir de diferentes canales y formas: “"Nos llama darnos a nosotros mismos en el camino del matrimonio, en el del sacerdocio o en el de la vida consagrada. Son maneras diferentes de realizar el proyecto que Dios tiene para cada uno de nosotros, que es siempre un plan de amor. Y la alegría más grande para cada creyente es responder a esta llamada, a entregarse completamente al servicio de Dios y de sus hermanos".