UNA VERGÜENZA
Turista indignada: Fue a comer a una parrilla de Córdoba y le cobraron hasta el hielo con una suma excesiva
Las imágenes se volvieron virales
Una turista denunció precios excesivos en la parrilla ‘Fogón Criollo’ de Huerta Grande, Córdoba, donde le cobraron hasta los hielos y la manteca que usaron para un plato de ñoquis. Además de la exuberante cuenta final de $8720, la turista denunció mala atención y “cosas raras” y las imágenes causaron mucha indignación entre los usuarios.
Andrea Arrozpide al parecer es una mujer que se dedica a viajar por Argentina para mostrar en su cuenta de Instagram todo lo lindo que tiene el país. Al llegar a Córdoba, como en casi todas las ocasiones anuales que tiene, se llevó una desagradable sorpresa intentando darse un gusto yendo a comer un cabrito excesivamente caro.
Carísimo
La indignación mayor de la turista comenzó cuando, al recibir la cuenta de más de ocho mil pesos, vio que le habían cobrado hasta el hielo que consumieron porque las gaseosas estaban calientes. Así, tal y como se ve en la imagen de la factura final -bastante floja de papeles-, se puede ver que abonó el hielo 50 pesos y una bebida de 1,15 $460, entre otros.
La denunciante comentó que solo eran tres adultos y dos menores los que fueron a comer, por lo que terminar pagando $8720 le pareció demasiado excesivo, teniendo en cuenta que encima la carne había sido recalentada y la atención fue muy mala no solo por la calidad, también por la cantidad. Los platos, detalló, eran para una persona sola.
Le cobraron 8720 pesos un morfi en la parrilla FOGON CRIOLLO de HUERTA GRANDE !! en Cordoba , el hielo le facturaron 50 pesos ! Un vino Norton 620 pesos ! asado 2200 ! cabrito 3650 ! PAPAAAAA mira la boleta
— EL REPLICANTE AZUL Y AMARILLO (@CNosedonde) January 30, 2021
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Como para cerrar el broche de oro, la cuenta estaba mal realizada, por lo que también le terminaron cobrando de más. En un apartado distinto sobre el descargo que indignó a medio país, Andrea Arrozpide reveló que al llegar, mientras los grandes estacionaban los autos y los chicos esperaban en la mesa, los mozos comenzaron a darle comida sin preguntar.