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“Qué desolación tan grande”, El drama de Benjamín Vicuña alejado de su familia

El actor compartió una reflexión con todos

“Qué desolación tan grande”, El drama de Benjamín Vicuña alejado de su familia

Benjamín Vicuña atraviesa un complejo momento, donde ha decidido compartir alunas palabras con sus seguidores y fanáticos en redes sociales. Sí, y es que para nadie es un secreto que el actor divide su vida entre dos países; Argentina, donde tiene a su familia y Chile donde vive su mamá y cuenta con un proyecto de un centro cultural.

Algo que llevó a la actual pareja de La china Suárez a volar a Chile el pasado mes por motivo laborales, y que ahora lo mantiene en su país de origen, Chile tras el cierre de fronteras y nuevas medidas del país por los crecientes contagios de Covid-19. Algo que llevó al actor a hacer una profunda reflexión en redes.

Benjamín Vicuña ha comenzado sus palabras diciendo: “Para nadie es una novedad hablar sobre los tiempos desafiantes que vivimos. Tiempos comparados con guerras que, al menos yo, no viví. Para nadie es fácil manejar en medio de la niebla, muchas veces sin saber cuál es el camino. Qué difícil para la ciencia y para nosotros entender que el aire puede ser nuestro enemigo, un beso un kamikaze y la distancia con nuestros seres queridos un salvavidas”, destacó.

 
 
 
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Seguidamente, el actor de Argentina, tierra de amor y venganza habló sobre la distancia que ahora tiene con su familia y sobre el compromiso que tiene con lo laboral: “alejado de mi familia radicada en Buenos Aires, con fronteras cerradas que solo aceleran la ansiedad y con mis teatros sin poder abrir sus puertas hace ya más de un año. Qué desolación ver como algo tan grande y noble como un centro cultural se cae a pedazos en medio del desinterés”, comentó Vicuña.

Extrañando

Asimismo el mensaje de Vicuña se despide hablando de la incertidumbre y angustia que siente en los tiempos que se viven hoy: “Nada de lo que menciono se compara al dolor de perder a alguien, eso es obvio, pero si es un dolor progresivo y aparentemente invisible. Los trabajadores de la cultura hoy son invisibles, como sus familias y necesidades. Cuánto dolor e incertidumbre caminar por las sombras de lo no esencial”.

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