|VIDEO| Una araña dejó al borde de la muerte a una octogenaria pero ocurrió lo impensado

ARGENTINA (Redacción Voces Críticas) La protagonista de esta historia es una mujer de 80 años llamada Flora Balderrama, quien había sido picada por una araña que la dejó al borde de la muerte. A los pocos minutos del incidente, comenzó a perder sensibilidad en su brazo y gran parte de su cuerpo hasta quedar completamente inmovilizada. No podía comunicarse, y tampoco respiraba bien. 

Y aquí viene el problema. Es que la octigenaria, vive en la zona de la alta montaña en Tucumán, en un pueblito llamado Anfama. Hasta allí, solo se llega a caballo, o en helicóptero que para esta urgencia estaba averiado. Los minutos pasaban y la situación se hacía cada vez más desesperante, por lo que los vecinos decidieron hacer lo impensado: llevarla en andas. 

Así, levantaron a doña Flora Balderrama, y la subieron a una "camilla" hecha de tablas y palos, la enovolvieron en colchas como si fuera "un matambre", la taparon con un plástico y emprendieron viaje hasta el hospital de la única forma que se podía: caminando. Fueron 25 las personas involucradas que "en peregrinación", acercaron a su vecina hasta el nosocomio tras una caminata que duró 12 horas. Todo un récord.

Todas esas horas, para la octogenaria, se convirtieron en un calvario, pues ya casi no reconocía a nadie. Cuando llegaron a la zona de llanuras, un tractor los esperó para buscar a la ambulancia. Para completar, cuando llegó, el vehículo no traía a un médico que pudiera compensar en el camino a Doña Flora.

Final feliz

Pasadas todas esas horas, Flora, llegó a destino: el hospital de Avellaneda, donde le hicieron los primeros auxilios, le tomaron los parámetros y todo estaba bien. Los médicos la querían mandar a la casa pero ante la insistencia de los familiares, le hicieron más estudios donde constataron que se trataba de la picadura de un arácnido.

El riñón de la vecina de Anfama no funcionaba bien. Entonces la internaron para compensarla. Actualmente continúa en el hospital de Avellaneda, y está lúcida. La salvaron sus amigos de toda la vida, los vecinos con los que compartió tantos momentos. Sin dudas, una historia de película.