“Hoy, hoy, hoy”: san Expedito, el protector de las causas urgentes

San Expedito, el protector de las causas urgentes, tiene cada vez más devotos que piden su intercesión por milagros en situaciones que no pueden esperar, a las que definimos como apremiantes. Su culto se extiende a iglesias católicas de todo el mundo, cada vez en mayor cuantía, aunque su nombre no se encuentra registrado oficialmente en la actualidad en el martirologio romano. Tiempo atrás, allá por 1629, fue beatificado por el papa Urbano VII y canonizado tiempo después, en 1671, por el papa Clemente X.

Lejos de las polémicas sobre la fecha de su existencia, se considera a san Expedito contemporáneo de santa Filomena, nacido a finales del siglo III en Roma, miembro del ejército en el que ocupaba el cargo de jefe de la XII legión romana, llamada Fulminante, por una acción de guerra que la catapultó al conocimiento popular.

Su festividad se celebra el 19 de abril, día en que se registra su martirio como consecuencia de su conversión al cristianismo durante la época del emperador Dioclesiano, que imperó en Roma entre los años 244 y 311. Estando san Expedito al frente de la legión XII romana, encontrándose esta en una contienda militar, sin provisiones, agua y víveres, desesperados, los soldados paganos imploraron la ayuda del Dios de los católicos para que los librara de esta situación.

El favor no tardó en llegar, desatándose repentinamente en forma de viento y furiosa lluvia, que permitieron armarse nuevamente al ejército y salir victorioso ante la mirada atónita del ejército opositor que jamás había visto un número tal de paganos suplicando al cielo. Al ver semejante prodigio, la legión entera fue convirtiéndose al cristianismo, pese a la resistencia imperial que operaba dando muerte a los seguidores de Cristo.

Paradójicamente, el comandante Expedito permanecía reacio al llamado de conversión, por la incompatibilidad existente entre ser cristiano y presidir una legión. Mientras más dudaba y tardaba en convertirse, más golpeaba en su conciencia el llamado. Cuando ya había tomado la decisión, el demonio se le apareció en forma de cuervo y emitió el sonido en latín “cras, cras, cras”, que quiere decir ‘mañana, mañana, mañana’. Al instante, Expedito reaccionó un “hodie, hodie, hodie”, que significa ‘hoy, hoy, hoy’. Por ello, el emperador Dioclesiano lo ajustició en Melitene junto con cinco militares de su hueste.

Todos los días 19 de cada mes, filas interminables de fieles esperan su turno para visitar al santo. Un día como hoy, del año 303, san Expedito fue asesinado a causa de su fe. Y a causa de su fe también se congregan miles de cristianos en la fiesta central del santo, para agradecer y pedir por las causas urgentes, las imperiosas, aquellas que no pueden esperar.