Escándalo en Santiago del Estero: quiénes son los enfermeros que se robaron vacunas y las vendían clandestinamente

SANTIAGO DEL ESTERO (Redacción Voces Críticas) En las últimas horas el escándalo estalló en la vecina provincia de Santiago del Estero, cuando se descubrió que un par de conocidos enfermeros se robaron una importante cantidad de dosis de la vacuna contra el coronavirus y luego las vendían en la clandestinidad. Se los descubrió infraganti y se los detuvo.

Este fin de semana que pasó, ardió todo Santiago del Estero al trascender la polémica y a la vez escandalosa noticia de que un par de enfermeros inescrupulosos se habían robado unas 300 dosis de la vacuna contra el COVID-19, que luego eran vendidas desde la clandestinidad. Por fortuna, la policía actuó en consecuencia y los pudo aprehender.

¿Quiénes eran los enfermeros detrás del negocio?

Según se pudo saber, se trata del enfermero Dante Daniel Díaz, quien por su cargo tenía acceso a unos de los depósitos de las vacunas contra el coronavirus del Ministerio de Salud de Santiago del Estero. Es así que se aprovechó de esta "ventaja" y a través de los que se denomina "robo de hormiga" (hurtar de a poco para que nadie se dé cuenta) se hizo de unas 300 dosis durante las últimas semanas.

Pero este no trabajaba solo, sino que era acompañado por su esposa, Angélica Coronel, quien también se desempeña como enfermera y que lejos de denunciar el delito le dio apaño y complicidad a su marido. Tanto es así que fue su propia casa ubicada en el barrio San Germes en donde los maleantes comercializaban ilegalmente las vacunas.

¿A cuánto las vendían?

Los informes policiales que se dieron a conocer en las últimas horas indicaron que la pareja de ladrones se encargó de vender las vacunas contra el COVID-19 a un precio que oscilaba entre los 20.000 y los 30.000 pesos. Mientras que desde la cartera de salud indicaron que la mayoría se trataba de inoculantes Sputnik V fabricados por el Instituto Gamaleya en Rusia.

Tras los allanamientos producidos, se constató que eran 268 dosis de la Sputnik V, 14 de Spinopharm y 1 de Covishield. Por si esto no fuera suficientemente escandaloso, se encontró una importante cantidad de dinero en efectivo por $734.500, que se presume provenía de la venta de las dosis.