San Juan de Ávila: lo que tienes que saber del santo del día

San Juan de Ávila nació en Almodóvar del Campo, localidad ubicada en Ciudad Real en el seno de una familia de raigambre católica, a pesar de ser su padre, Alfonso de Ávila, de orígenes judíos. Su madre fue Catalina Jijón, y juntos brindaron al niño una enseñanza en valores.

San Juan de Ávila ingresó al sacerdocio con su ordenación, allá por 1526, celebrando su primera misa en su Álmodóvar del Campo natal, en memoria de sus amados progenitores. Como muestra de su entrega a la nueva vida, y siguiendo las enseñanzas de Jesucristo, vendió sus bienes para repartirlos entre los pobres, consagrándose de lleno a la evangelización.

San Juan de Ávila fue procesado por la Inquisición, desde 1531 a 1533, con graves acusaciones a las que respondió una a una de manera serena y sentando las bases de la negación en cada una de ellas. El amor a la institución de la Iglesia y la humildad que enseñoreaban sus afirmaciones lo llevaron a sortear este gran escollo, con 55 personas que declararon a su favor. Los años en la cárcel permitieron que profundizara aún más en los misterios de Cristo.

San Juan de Ávila realiza numerosos viajes. El obispo Álvarez de Toledo lo llama a Córdoba en 1535. Allí fundó centros de estudios y explicando las epístolas de san Pablo, con una maestría tal que los fieles no dudaban en convertirse. Pronto fue llamado por el arzobispo Gaspar de Ávalos, de Granada, y es en esa ciudad donde se ven las conversiones más grandes como la del más tarde santo Juan de Dios y Francisco de Borja y Aragón, duque de Gandía, futuro santo y general de la Compañía de Jesús.

San Juan de Ávila se radica definitivamente en Montilla en 1511 por encontrarse con problemas de salud. Allí lo encontró la muerte en 1569. Sus escritos motivaron a los futuros sacerdotes a seguir el camino del sacerdocio. Está considerado como el iniciador de la mística del Siglo de Oro en España. Es patrono del clero secular español y doctor de la Iglesia desde 2012.

 Soneto a Cristo crucificado (atribuido a san Juan de Ávila)