Alertan sobre un problema de salud que surge en las personas que tuvieron COVID-19 seis meses después de la infección

MUNDO (Redacción Voces Críticas) Alertan sobre un problema de salud que surge en las personas que tuvieron COVID-19 seis meses después de la infección. Uno de cada tres pacientes manifestó esta afección según un reciente estudio publicado en la revista científica The Lancet Psychiatry. Se trata de problemas neurológicos o psiquiátricos que aparecerían medio años después del contagio.

Cabe destacar que el estudio fue realizado en un total de 236.379 pacientes mayores de 10 años que investigó las secuelas neurológicas y psiquiátricas surgidas entre el día 1 y hasta el día 180 tras la infección de coronavirus. En ese sentido, una de cada 3 personas (33,6%) que se infectaron recibió un diagnóstico neurológico o psiquiátrico en los siguientes 6 meses. De ellos, el 17,4% evidenció trastornos de ansiedad, un 2,1% infarto cerebral, 1,4% trastorno psicótico, el 0,7% demencia y el 0.1% parkinsonismo.

Entre ellos, la incidencia de eventos se incrementó al 38,7% en aquellos pacientes que debieron ser hospitalizados, al 46,4% en los que debieron ingresar a las unidades de terapia intensiva y al 62,3% en un subgrupo que había presentado encefalopatía durante la internación. Cabe señalar que para el 12,8% de las personas era el primer diagnóstico de este tipo.

Estos datos aparecen de una reciente investigación denominada Resultados neurológicos y psiquiátricos a los 6 meses en 236.379 sobrevivientes de COVID-19. Un estudio de cohorte retrospectivo usando registros de salud electrónicos, llevada a cabo por la Universidad de Oxford, que analizó durante el período comprendido entre el 20 de enero y el 13 de diciembre de 2020 los datos de personas que habían sufrido la enfermedad mayoritariamente de los Estados Unidos.

Evidencia preliminar

Los resultados que fueron publicadas en la prestigiosa revista médica internacional The Lancet Psychiatry confirman los hallazgos previos de otros estudios y plantean la necesidad de que los servicios de atención se anticipen y se los dote de recursos para afrontar estos problemas. Según trabajos previos, ya existía evidencia preliminar de una asociación entre COVID-19 y demencia y los datos actuales lo confirman.