Pésima noticia para la Argentina en cuanto a la pandemia mundial de COVID-19

ARGENTINA (Redacción Voces Críticas) La Argentina figura última en un ranking 53 países para estar después de la normalización tras las medidas por la pandemia mundial de COVID-19. El ranking fue elaborado por la empresa Bloomberg en base al análisis de los datos sobre los diferentes países en relación a las medidas que se van tomando sobre el progreso hacia la reapertura después de los confinamientos y los planes de vacunación, entre otros criterios.

En el mejor lugar del ranking de Bloomberg, figuran los Estados Unidos. “Casi un año y medio después de la pandemia, los mejores y peores lugares para estar en la era coronavirus se definen cada vez más por una cosa: la normalización”, indicó el informe relacionado con el ranking de resiliencia. Se elaboró teniendo en cuenta también la capacidad de cada país para llevar adelante planes de vacunación que permitan volver a las normales, sin la necesidad de que se usen mascarillas o barbijos.

Pero también sin que haya restricciones de movilidad en las ciudades o entre diferentes jurisdicciones, y más allá de las fronteras. Asimismo, se consideró la vacunación como una herramienta clave para controlar el número de casos de COVID-19 y muertes. En el caso de los Estados Unidos, ocupa el primer lugar por la distribución rápida y amplia de las vacunas desde el mes de enero pasado.

En cambio, los países que están más demorados están en América Latina, África y el Sudeste Asiático. Como “las infecciones que siguen aumentando, las restricciones que aún se aplican y la vacilante distribución de la vacunación, Argentina ocupa el último lugar de las 53 economías, y Filipinas, Malasia e India completan los cuatro últimos puestos”, consideraron los que hicieron el ranking.

Medio año desde el inicio de la vacunación

Cabe recordar que este martes hoy se cumplen 6 meses del inicio del plan de vacunación contra el COVID-19 en Argentina. El plan empezó el martes 29 de diciembre de 2020 después de que se recibió un suministro de 300.000 dosis que fueron destinadas al personal de salud. Se buscó reducir los casos de complicaciones por la infección y las muertes. Hasta ayer sólo el 50% de la población adulta argentina había recibido al menos su primera dosis.