Caso Rosa Torino: la psicóloga de la comunidad religiosa trató de "fabuladora" a una de las víctimas

SALTA (Redacción Voces Críticas) En el marco de la séptima jornada de la audiencia de debate contra el ex sacerdote Agustín Rosa Torino, llevada adelante en la Sala IV del Tribunal de Juicio, declararon testigos propuestos por la defensa.

El primero fue una persona que formó parte del instituto religioso fundado por el acusado, de 2000 a 2019. Éste confirmó que conoció de vista a las tres víctimas, y aseguró que pese a que vivió en la casa madre ubicada en calle Santa Fe de la ciudad de Salta, jamás escuchó sobre situaciones de abuso o haber presenciado alguno.

En el caso de la segunda testigo, miembro de la comunidad religiosa desde hace 20 años y actualmente es servidora general, adelantó que es pésima en cuestiones de memoria, y subrayó que no recuerda bien algunas fechas.

Asimismo indicó que Rosa Torino tenía buen trato con los integrantes de la congregación, y que nunca hizo juegos o chistes de contenido sexual con nadie.

“Fabuladora”

En tanto la tercera testigo, es psicóloga de la comunidad religiosa, función que dijo cumplir como un aporte a la Iglesia y a cambio de oraciones. La misma sostuvo que conoció a la ex monja víctima, a quien trató de 2010 a 2013.

La profesional señaló que la víctima le solicitó hablar con ella, por lo que tuvo que consultar con su superiora. En esta línea declaró que trabajaba con ella una vez a la semana, y aseveró que la ex monja tenía una gran labilidad emocional, “proveniente de una vinculación deficiente con la madre”.

Precisó que la víctima le dijo por qué se sentía mal, y le confesó que tuvo problemas de abuso con su padre adoptivo (que pudo ser su padre biológico) y maltratos de su mamá.

Además explicó que “no fue necesario realizarle un psicodiagnóstico”, en tanto dijo que durante la terapia “no hubo progresos por este desorden afectivo y por falta de contención”, y que durante los tres años que la trató, la víctima no le mencionó abusos por parte del ex sacerdote.

Finalmente aseguró que notó fabulación en la víctima, y confirmó haber tenido contacto con ella fuera de la terapia; indicó que está permitido por el código de ética profesional, por el humanismo existencial.