Última hora

EL SANTO DEL DÍA

Santa Elena, la reliquia de la Vera Cruz y los milagros que se produjeron con su hallazgo

Una santa con mayúsculas, patrona de los arqueólogos, es la autora del hallazgo de la Vera Cruz

Santa Elena, la reliquia de la Vera Cruz y los milagros que se produjeron con su hallazgo
Por Redacción Voces Críticas
miércoles 18 de agosto de 2021

De pagana a católica, santa Elena guarda una vida de misteriosa reserva, que dejó un extraordinario legado y de cuyo vientre nació el emperador Constantino, aquel que establecería el cristianismo como culto del Imperio romano, dedicado a través de los sucesivos emperadores a perseguir y martirizar a los seguidores de Cristo.

Así son los caminos del Señor, misteriosos, hasta a veces inentendibles para el intelecto humano. Solo de esa manera podemos comprender el increíble legado de santa Elena, nada menos que haber descubierto las reliquias de la vida de Jesús, entre ellas las de la Vera Cruz.

Cuando su hijo Constantino fue ungido emperador, santa Elena se abocó de lleno a desenterrar aquellos objetos que quedaron en la tierra como paso de Jesús por este mundo. La luz de la conversión ya había grabado su corazón, y faltaba la confirmación de tan grande fe con el hallazgo que la llevó a ser recordada por siempre en el seno de la Iglesia.

Transcurría el año 362 d. C., santa Elena ya estaba mayor, pero dedicada a prácticas de caridad y ayuda al prójimo. Un día como cualquier otro, su alma atribulada sintió la imperiosa necesidad de visitar Jerusalén y así se lo hizo saber a su hijo Constantino, que proveyó lo necesario para una pronta marcha. Apenas arribó a la ciudad santa, comenzó a recabar datos para encontrar la cruz donde Cristo había sido enterrado.

Las noticias fueron pasando entre los pobladores, hasta que un vecino llamado Judas -extraña coincidencia- acudió a su encuentro y le proporcionó el lugar donde, según la tradición, estaban enterradas las tres cruces en las que había sido ejecutados Cristo y los ladrones, Dimas, el Buen Ladrón que fue crucificado a la derecha, y Getas, el Mal Ladrón, a su izquierda.

Luego de exhaustivas excavaciones, santa Elena dio con lo que tanto buscaba. Pero tuvo que atravesar una controversia más: ¿cuál sería el madero en el que Jesús había entregado su vida en la tierra? Nuevamente su alma fue iluminada y colocando sobre ella el cuerpo de una moribunda comprobó lo que tanto esperaba. Esta pobre mujer recuperó su salud instantáneamente y con ello se supo que santa Elena había encontrado definitivamente la reliquia de la Vera Cruz como se la dio en llamar con justicia.

El mundo merecía gozar del madero que había servido de elemento para su salvación, por ello santa Elena procedió a hacer fragmentar el madero en tres partes: una permanecería en Jerusalén, otra fue trasladada a Constantinopla y la tercera a Roma para ser albergada en la basílica de la Santa Cruz de Jerusalén, donde permanece hasta el día de hoy.

La basílica fue construida en el predio donde se encontraba el palacio de santa Elena y guarda, además de los restos de la Vera Cruz, las dos cruces de los ladrones Dimas y Gettas, la corona de espinas, algunos clavos, el cartel que fue colocado en la cruz con la inscripción INRI (Iesus Nazarenus Rex Iudeorum) y la esponja que fue empapada en vinagre aquel nefasto día donde todo era confusión y dolor.

Santa Elena, patrona de los arqueólogos, no siempre fue cristiana. Hija de posaderos que brindaban atención a viajeros, colaboraba con sus padres en la venta familiar. Numerosas son las teorías sobre sus orígenes, mas esta es la que goza de mayor aceptación por los investigadores, y la que cuenta con mayores fundamentos documentales. Aún así, de acuerdo a los designios divinos, fue la madre del emperador que declaró el cristianismo como religión oficial del Imperio romano. Entregó su vida al Creador en el año 330 d. C. El santoral recuerda su memoria el 18 de agosto.

 

 

SEGUÍ LEYENDO
Últimas noticias
MÁS LEÍDAS