Preocupa la altísima tasa de morosidad de beneficiarios del IPV

SALTA (Redacción Voces Críticas) El IPV se encarga de brindar soluciones habitacionales al alcance de quienes no pueden comprar una propiedad y edificar. Para ello, se cobra una cuota mínima y así se siguen generando posibilidades a otras familias, sin embargo, muchos parecen no entenderlo así, y ahora hay un gran problema.

Es que la mitad de los que han accedido a la vivienda por medio del IPV, no cumplen y esto genera un gran perjuicio, ya que ese dinero es destinado a seguir construyendo casas para otras familias. La morosidad en Salta llega al 41,8% en la actualidad, pero en el 2020 llegó al 49% alentado por las restricciones y la crisis desatada por la pandemia.

Cabe mencionar que está establecido en el imaginario social que la vivienda no se debería pagar, pero el aporte del Instituto Provincial de la Vivienda existe y es totalmente necesario para que la cadena de construcción siga funcionando como hasta ahora. "Cuando llegamos al terreno siempre decimos que esto es totalmente solidario y que a medida que se pagan las cuotas vamos a poder avanzar en la construcción de más viviendas", dijo Gustav Carrizo, el presidente del IPV.

En comunicación con InformateSalta, el funcionario dijo que en el IPV existen planes con cuotas que quedaron desactualizadas. Ascienden a la suma de 100 pesos mensuales, pero pese a ello, los beneficiarios mantienen una alta morosidad, y esto para nada beneficia a nadie.

Un problema sin solución

El funcionario aseveró que cuando el IPV recupera el valor de las cuotas atrasadas la tasa de retorno es mínima, y con esa cantidad es imposible para reactivar la construcción de más viviendas. "Trabajamos en el terreno para cambiar ese concepto por uno de solidaridad y tratando de convencer a los beneficiarios que deben pagar para que sigamos construyendo casas. Muchos vecinos quieren pagar la cuota y por eso apuntamos a estar presentes permanentemente en el terreno", explicó.