Dos hermanitos que sufrían abuso y maltrato fueron recatados gracias a la denuncia de un vecino

El caso de Lucio Dupuy encendió las alarmas en todo el país, por lo que en la actualidad se busca poner más atención en las señales que dan cuenta de las situaciones de abuso y maltrato que sufren algunos niños. Bajo este contexto, un vecino de la localidad de Moreno, provincia de Buenos Aires, alertó a la policía sobre la violencia y abandono a la que eran sometidos dos menores de edad.

Los niños, dos menores de 6 y 9 años de edad sufrían constantemente golpes, insultos y otras vejaciones por parte de su padrastro y con la presunta complicidad de su madre. Según el testimonio de otros vecinos, los pequeños pasaban largas horas a la intemperie atados con alambres en sus manos. 

Ante la alarmante situación, un grupo de vecinos decidió informar a la policía. Finalmente, la denuncia se hizo a través de un llamado anónimo al 911 y una vez que la información fue  debidamente constatada, personal de la bonaerense se dirigió a un domicilio en calle Echeverría al 7.900, sobre la zona de Catonas, Moreno para efectuar las aprehensiones.

Sobre los dos imputados pesan actualmente las carátulas por “reducción a la servidumbre, privación ilegítima de la libertad, lesiones gravísimas y violación de la ley de drogas”. Una versión temprana de los hechos indicó que al momento de la detención la mujer justificó el maltrato hacia los menores al alegar que “se portaban muy mal”.

El primero en dar cuenta de la terrible situación a la que eran sometidos los menores fue un hombre cuya residencia se ubica a pocos metros de la de los acusados. Conmocionado ante el calvario que vivían a diario decidió fotografiar con un celular las muñecas de B y N, la prueba más cabal de su padecimiento.