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Protección animal
¿Cómo sigue el estado de Coco? El mono que fue rescatado del interior de un clóset
El animal fue encontrado encerrado en una placard sin ventilación ni luz en un departamento de Belgrano, Capital Federal
Coco Simón, un mono de Carayá, fue encontrado el pasado 05 de diciembre en un departamento de Belgrano mientras personal policial de la Ciudad de Buenos Aires desarticulaba una fiesta privada ante los reclamos insistentes de los vecinos a razón de los ruidos y molestias. El pequeño animal fue descubierto encerrado en el interior de un placard sin ventilación ni luz, dato que despertó la indignación de los agentes.
Desde ese día, Coco -como fue bautizado posteriormente a su rescate- permanece al cuidado y la atención de la ONG rescatista “Pájaros caídos”. Silke Lienhard, voluntaria en la organización, comentó que el pequeño animal tiene alrededor 6 años y pesa apenas 2 kilos, muy por debajo del número ideal para un espécimen de su edad.
"Lo recibimos arrastrándose, casi sin poder moverse y hecho un bollito. Lo primero que hicimos fue darle un ambiente calmo y empezamos de a poquito a darle la comida que le corresponde a su especie", detalló inicialmente Clara Correa, presidente de la ONG, quien aseguró también que se denunció penalmente al hombre que lo mantuvo en cautiverio.
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El diagnóstico preliminar impartido por un médico veterinario especializado en primates fue desalentador. Coco sufre de desnutrición severa y posee atrofia muscular debido al espacio reducido en el que se mantuvo confinado durante años. “Lo recibimos arrastrándose, casi sin poder moverse y hecho un bollito. Lo primero que hicimos fue darle un ambiente calmo y empezamos de a poquito a darle la comida que le corresponde a su especie", señaló Correa.
Afortunadamente, todo parece indicar que el estado de salud del mamífero prospera día a día. Los rescatistas aseguraron que ya tomó confianza con el entorno y que disfruta permanecer bajo el sol durante la mañana. “Cambió mucho su mirada. La del primer día era casi desorbitada, como si estuviera en shock. Ahora se lo ve relajado, contento e intenta conectar con nosotros. Al principio notamos que buscaba contención y refugio. Ahora sabemos que se acerca para pedir mimos, se pone panza arriba, lo que es una señal de confianza en la especie”.
