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Fernando Delgado: “La lluvia me alentaba a fantasear con amores imposibles”

Fernando Delgado responde "En cuestión: un cuestionario" de Rolando Revagliatti

Fernando Delgado: “La lluvia me alentaba a fantasear con amores imposibles”
lunes 14 de febrero de 2022

Rolando Revagliatti nos acerca otra entrevista en forma de cuestionario, un efectivo ping pong de preguntas y respuestas sumergido en el mundo de las letras, esta vez de la mano del poeta Fernando Delgado.

¿Cuál fue tu primer acto de “creación”, a qué edad, de qué se trataba?

FD: Pensarme fue mi primer acto de creación. Fue de muy pequeño (seguro antes de cumplir seis años, lo recuerdo porque aún vivíamos en la casa de mis abuelos maternos) cuando me pregunté por la existencia de la vida. Fue algo que me atormentó y me costó salir, pensar que podría no haber existencia. Estar siempre muerto. Fue muy doloroso.

 ¿Cómo te llevás con la lluvia y cómo con las tormentas? ¿Cómo con la sangre, con la velocidad, con las contrariedades?

 FD: No siempre la lluvia me pega de la misma manera; hay lluvias débiles y otras fuertes y depende cómo me encuentre en tiempo y espacio. Por lo común, los días de lluvia no me dejan movilizar libremente con mis salidas diarias en bicicleta, y eso me jode. De joven disfrutaba más que ahora los días de lluvia; la lluvia me alentaba a fantasear con amores imposibles o recuperar cosas perdidas. Disminuye la visibilidad, pero por otro lado puedo ver más con lo que imagino, y eso la vuelve hermosa.

Las tormentas me atormentan. Inevitable, nada es lo que es, y si lo es, también es otra cosa.

Cavilar sobre la sangre me pone mal. No es paralizante, mientras hablemos de una lastimadura. Supongo que me pondría mal ver un cuerpo roto, desangrándose.

La velocidad es algo que no me estimula, al contrario: me anula. No puedo re visionar en tiempo real.

A veces, cuesta aceptar las contrariedades, pero trato de meditar, sopesar, hay otros caminos, otra mirada.

 “En este rincón” el romántico concepto de la “inspiración”; y “en este otro rincón”, por ejemplo, William Faulkner y su “He oído hablar de ella, pero nunca la he visto.” ¿Tus consideraciones?

 FD: Ni montarse en la musa, ni negarla. Aunque en ocasiones está bueno relajarse y decirle “ya volverás en otra cosa”, aunque no vuelva a pasar por largo tiempo. Es decir, “eso” llamado inspiración no sería otra cosa que el momento en que nos disponemos a “hacerlo”. Y cuando me pregunto, ¿cuál es el momento de hacerlo?, me respondo: es justo el momento en que lo hago. Leyéndome podría decir, la inspiración sería una “puesta en acción” de múltiples factores que confluyen para que “eso” suceda. Todo lo demás, ¿una argumentación?

Bienvenida la inspiración, los estímulos y el trabajo puesto al servicio de la creación.

 “¿La rutina te aplasta?” ¿Qué rutinas te aplastan?

 FD: Y sí, en algunos momentos pesa más que en otros; en realidad, cualquier cosa que hagamos se torna o puede tornarse rutina. Solamente que no nos damos cuenta, mientras lo que hacemos nos otorga placer. La rutina aparece cuando dejamos de percibir ese placer por lo que hacemos. 

 ¿En los universos de qué artistas te agradaría perderte (o encontrarte)? O bien, ¿a qué artistas hubieras elegido o elegirías para que te incluyeran en cuáles de sus obras como personaje o de algún otro modo?

 FD: Estar como cantante del cuarteto de voces que aparecía en la película española “Amanece, que no es poco” [1989, dirigida por José Luis Cuerda], o al menos vivir un tiempo dentro de esa película. Fascinación total.

 El silencio, la gravitación de los gestos, la oscuridad, las sorpresas, la desolación, el fervor, la intemperancia: ¿cómo te resultan? ¿Cómo recompondrías lo antes mencionado con algún criterio, orientación o sentido?

FD: El silencio: imprescindible. Un gesto puede salvarte, ayudarte en muchas situaciones. La oscuridad es una puerta que no se abre. La sorpresa, para bien o para mal, siempre es inesperada. La desolación es cuando ya no hay rastros, ni la sombra de lo que hubo. El fervor es una acumulación exacerbada de “las ganas”. La intemperancia es una falta grave de comprensión.

 El amor, la contemplación, el dinero, la religión, la política… ¿Cómo te has ido relacionando con esos tópicos?

 FD: Mi relación con el amor es de entrega. La contemplación me permite entender. Con el dinero es una relación distante, lo justo; igual me gusta mucho pero no le llego. Así andamos. En cuestión de fe, uno se agarra de donde puede, eso sería estar amarrado; amarrado a algo que no se sabe qué es. En política mi relación es de compromiso con lo que pienso, digo y hago.

 ¿Cómo reordenarías esta serie?: “La visión, el bosque, la ceremonia, las miniaturas, la ciudad, la danza, el sacrificio, el sufrimiento, la lengua, el pensamiento, la autenticidad, la muerte, el azar, el desajuste”. Digamos que un reordenamiento, o dos. Y hasta podrías intentar, por ejemplo, una microficción.

 FD: Al final la ceremonia fue en el bosque. Desecharon el sacrificio que les provocaría realizarla en la ciudad, por su poca autenticidad. Percibieron una sensación de sufrimiento, de muerte, pero enseguida repararon el desajuste que podía provocar el azar. Al caer la noche danzaron, como la lengua en el pensamiento, danzaron hasta encontrar su propia identidad.

 No concerniendo al área de lo artístico, ¿a quiénes admirás?

 FD: A Sigmund Freud por su obra gigantesca, por su descubrimiento, “el inconsciente”.

A todos los albañiles que levantaron y levantan las casas que habitamos.

A todas las mujeres y hombres que fortalecen la estructura familiar, el cuidado de los niños, el acompañamiento, su formación. El futuro.

 ¿Tus pasiones te pertenecen o sos de tus pasiones? Pasiones y entusiasmos. ¿Dirías que has ido consiguiendo, en general, distinguirlos y entregarte a ellos acorde a la gravitación?

 FD: Eso desenfrenado que me lleva, no es mío, es algo que me pasa con vos. Y lo que pasa, es que a veces estás por todas partes y me doy cuenta, porque me pasa algo que no puedo, ni quiero frenarlo.

Fernando Delgado nació el 24 de octubre de 1954 en la ciudad de Wilde (donde reside), provincia de Buenos Aires, la Argentina. Concurrió a talleres literarios coordinados por Carlos Patiño y Marcos Silber. Desde 2010 administra dos blogs de poesía. En 2014 publicó su poemario “Desmedido”.

 

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