Duro reclamo contra una clínica privada: tuvo dos amenazas de aborto y ahora anda rezando a Dios

SALTA (Redacción Voces Críticas) Durante las últimas horas, una terrible denuncia pública comenzó a expandirse como reguero de pólvora a través de las redes sociales: una madre salteña relataba como su hija había sufrido dos amenazas de aborto y reclama la mala atención recibida desde una reconocida clínica privada.

Se trata del durísimo episodio que tiene como principal apuntado a la Clínica Maternidad Privada de Salta, cuyo edificio es encuentra ubicado sobre la calle Urquiza 150 del microcentro salteño. Los profesionales que atendieron a una joven embarazada no habrían brindado un diagnóstico correcto y la furia estalló en las redes.

El duro reclamo

"Estoy indignada con la maternidad de Salt. Todo empezó cuando llevamos a mi hija al Dr. Lazo, que tiene su consultorio en calle Catamarca, entre Urquiza y San Martín. La empezó a atender y cuando ella tuvo una amenaza de aborto no le quiso dar licencia porque decía que ella estaba bien", comenzó diciendo la mamá de la mujer perjudicada.

Luego explicó que tiempo después la tuvieron que llevar a su hija al Hospital Materno Infantil dos veces por amenaza de aborto. "Así cambiamos de médico y fuimos a Dra. Graciela Rojas, quien nos dijo que era muy amiga de ese Dr. Lazo. Seguimos con ella y las veces que iba mi hija le decía que la iba a pasar a otro médico porque ella se tenía que ir de vacaciones a Colombia", dijo.

Lamentablemente, la bebé nació antes y fueron ellos dos quienes la atendieron en la cesaría. Cuando le dan de alta la mandan a casa sin ningún medicamento. "Al otro día ella estaba hinchada, no sabíamos qué hacer así que fuimos a la maternidad privada y como no tenía órdenes tuvimos que pagar $1500. Volvimos a casa y como ella no se sentía bien tuvimos que ir al materno infantil, ahí le dieron medicamentos", explicó.

"Estamos rogando a Dios"

"El viernes fuimos a la Dra. Rojas, ella urgente la derivo al Dr. Lazo (lavándose las manos) y él le dio antibióticos y le dijo que estaba bien. El sábado la fiebre subía y bajaba, el domingo se le abrió la herida supurando. Llame al Dr. Lazo y me dijo que ya iba a ir a la maternidad. Como no iba lo volví a llamar y me dijo que no podía ir porque estaba operando", lamentó.

Por último reflexionó: "Estamos rogando a Dios para que todo salga bien, porque con estos médicos solo nos queda rezar. Lo escribo es para que la gente tenga en cuenta que a pesar de pagar todos los meses una obra social y el cooseguro, tenemos que seguir pagando a las clínicas por una mala atención".