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MALA PRAXIS

La dura historia de Silvina: una estética privada le arruinó la vida

Silvina se realizó un tratamiento estético que le arruinó la salud

La dura historia de Silvina: una estética privada le arruinó la vida

ARGENTINA (Redacción Voces Críticas) Silvina contó su historia en Crónica HD y como se sometió a un tratamiento estético que le trajo graves consecuencias a su salud. Según relató, le iban a colocar vitamina C en los glúteos, sin embargo, la médica clínica que la atendió le inyectó benceno rebajado, una sustancia utilizada en los encendedores. Silvina ya efectuó las denuncias correspondientes. 

La víctima llevaba un año haciendo permanentes de uñas en una estética privada de nombre Clínica Altea, en La Plata. Confiaba plenamente en la médica que la atendía y no esperaba que fuera la causante de arruinarle la vida. “Yo siempre fui deportista, me cuidaba la piel, me dedicaba al fitness e iba a su estética para hacerme las uñas permanentes y todo lo que era aparatología para que no saliera celulitis”, comentó.

Un día la denunciada, identificada como Andrea Soria, le sugirió someterse a un tratamiento que traería beneficios para su piel. “Vos que te cuidás tanto, estoy haciendo un tratamiento nuevo para tensar la piel que ya lo probé en otras chicas', le comentó la médica a Silvana.

El tratamiento consistía en colocar pequeñas microagujas de vitamina C en ambos glúteos. Pero al cabo de unos días Silvana comenzó a notar cambios extraños en su cuerpo, tales como moretones, hinchazón de estómago, sudoración excesiva y visión borrosa. Creyó que se debía a la menopausia, hasta que se le comenzó a rajar la piel.

Enseguida se dirigió a la estética privada en busca de una explicación. Grabó los dichos por la médica quien le reveló la sustancia que había inyectado en su cuerpo. “En el video ella dice que me puso benceno rebajado. Es lo mismo que se usa en los encendedores, pero rebajado con agua. Lo que esta sustancia me hizo fue primero inflamarme y después, mi cuerpo como soy deportista y siempre me cuidé en las comidas, encapsuló esta sustancia y se hicieron bolitas que fueron caminando hacia mis piernas”, alegó Silvina. 

A causa de la mala praxis, la mujer quedó con parálisis facial,“Esofagitis tipo A, gastritis crónica, hepatitis crónica, colgajos de la piel en todo el cuerpo, marcas de la piel rajada, tengo vista doble y borrosa”, manifestó. Por último concluyó que necesita urgentemente de una plasmaféresis, o de lo contrario su vida estará en riesgo.

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