La situación económica de la Argentina cada vez es más angustiante

ARGENTINA (Redacción Voces Críticas) En la actualidad, la situación económica de la República Argentina cada vez es más desesperante y preocupante. Varios salteños en los últimos días se quejaron por la situación tan crítica que se vive cuando se va al supermercado a conseguir distintos tipos de productos.

En los comercios de barrio y en las grandes cadenas de supermercados cada vez se observa más, la cantidad de góndolas que se encuentran totalmente vacías, sin ningún tipo de producto. Además, a esto se le suma las limitaciones de las compras que se pueden realizar en el mismo. Y a eso sumarle el aumento de precio de los distintos artículos e insumos.

La realidad que nos toca atravesar, es muy fuerte. La situación económica es muy delicada. Ya que en menos de un mes aumentó los precios de todos los rubros, no solo la cuestión alimentaria sino también se puede ver en los valores de los servicios básicos como por ejemplo la luz, el agua y el gas e impuestos inmobiliarios, entre otros.

Esta situación financiera, se produjo entre otras cosas por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional donde se implementó que se realicen ajustes económicos. También, de las consecuencias terribles que no está dejando la guerra entre Rusia y Ucrania. Siguiendo en esta línea, la pregunta que se hacen miles de personas ¿Se vendrá un desabastecimiento de alimentos a causa de esto?.

Con lo que respecta a los alimentos, estos se incrementaron cada vez más los precios. En especial, todo lo que tiene que ver con los cortes de carnes. Cabe destacar, que en el mes anterior se produjo la mayor inflación de la historia, luego de casi dos décadas atrás. Lo que implica que la población se encuentre muy preocupada ante esto.

Por todo lo antes mencionado, hay una importante crisis económica a causa de la alta inflación que se presenta. Por lo que, en estas condiciones a la población le cuesta ahorrar para que el dinero no se devalúe por el aumento considerado de precios. Lo cierto es que se incrementan los valores de los productos, pero las personas siguen cobrando lo mismo.