Emocionante historia: confesó que le costó 28 años reconocer que ahora es mujer trans

A pocos días de cumplir años, un salteño decidió contar su emocionante historia de cambio de género. Ezequiel Visgarra es estudiante de medicina y confesó que le costó 28 años reconocer que ahora es mujer trans. Pronto va a anunciar su nuevo nombre.

“Algo en mí cambió hace tiempo, o quizás estuvo siempre, le hice a un lado todos estos años, no lo quise ver. Hoy puedo ver a esa persona que habita en mí que no tiene ganas de tener que ocultarse más, sé que me esperan cosas buenas, cosas malas y horribles por las que voy a pasar, por las que ya están pasando”, comienza diciendo la nota que escribió en u posteo de Facebook.

También contó que comenzó un tratamiento de terapia hormonal: “Llevo 70 días con terapia hormonal feminizante o cruzada, como se le quiera llamar, con estrógenos y acetato de ciproterona. Si bien el tratamiento médico es solo parte, también debo tratar las esferas psíquicas y religiosas que me están ayudando gracias a Dios”.

“Yo no elegí nacer así, es lo que dirían todos en mi lugar, pero yo sí soy dueña sobre cómo decido vivir. Poco a poco, a veces a pasos agigantados, muchas veces a los tumbos, porque no sé cómo informar, como comunicar, saber si tengo que dar o explicaciones o no”, reflexionó.

Luego se refirió a sus sentimientos en este momento tan especial para su vida: “Debo ser fuerte y juntarme de todas las herramientas necesarias para afrontar esta nueva etapa y poder encontrar la forma más sana de llevar esto por un camino correcto. Quedan muchas cosas por decir, por trabajar, por pulir, por instruirme. Pero aquí estoy, llevándola cómo pueda, pero con el paso firme de mi decisión. Cueste lo que cueste”.

Finalmente, anunció que realizó el trámite en el Registro Civil de cambio de género: “Felizmente, puedo decir que mi nuevo nombre y sexo ya están cambiados en la partida de nacimiento. Ahora espero al 28 de mayo para anunciarlos. Sé que parece nada serio esta parte, pero es el día que elegí para dar a conocer este sentimiento que vive en mí y que ya no tiene ganas de luchar consigo mismo”.

Lee la nota completa:

Algo en mi cambió hace tiempo, o quizás estuvo siempre, le hice a un lado todos estos años, no lo quise ver. Hoy puedo ver a esa persona que habita en mí que no tiene ganas de tener que ocultarse más, sé que me esperan cosas buenas, cosas malas y horribles por las que voy a pasar, por las que ya están pasando. No soy dueña de cambiar los pensamientos o prejuicios que tengan las otras personas, pero si lo soy en cuanto imponer el respeto que me merezco.
Orgullosamente y con mucho pesar lo digo, he tomado la decisión de afrontarme a mí y sacar a la luz lo que años intenté inhibir, esconder.
Llevo 70 días con terapia hormonal feminizante o cruzada como se le quiera llamar, con estrógenos y acetato de ciproterona. Si bien el tratamiento médico es solo parte, también debo tratar las esferas psíquicas y religiosas que me están ayudando gracias a Dios.
Si bien el transitar es lento, pero voy a por todas, con muchas cosas en contra, la carga de que por si yo misma me pongo de tener que haberme dado cuenta que tuvieron que pasar ya casi 28 años para reconocer que en realidad soy una mujer trans.
La carga que implica para mi familia aceptar que Fernando, quién ha sido la tapadera todos estos años ya no me identifica, recordando que es y será parte de mí siempre.
A una semana de cumplir años lo veía como algo emocionante, pero hoy siento miedo, que va creciendo, pero aún así estoy decidida a no volver a dar un paso atrás sobre la decisión de cómo manejar mi vida para tratar de sentirme plena.
Yo no elegí nacer así, es lo que dirían todos en mi lugar, pero yo sí soy dueña sobre cómo decido vivir.
Poco a poco, a veces a pasos agigantados, muchas veces a los tumbos porque no sé cómo informar, como comunicar, saber si tengo que dar o explicaciones o no.
Pero aquí estamos, hoy con los ánimos por el piso, esperando el rescate de la única persona que me puede salvar, yo.
Se supone que tengo que verlo al transitar de la mejor manera, pero la discriminación, la no aceptación ya están tocando las puertas de casa y algunas dentro. Debo ser fuerte y juntarme de todas las herramientas necesarias para afrontar esta nueva etapa y poder encontrar la forma más sana de llevar esto por un camino correcto.
Quedan muchas cosas por decir, por trabajar, por pulir, por instruirme. Pero aquí estoy, llevándola cómo pueda pero con el paso firme de mi decisión. Cueste lo que cueste.
Estoy en trámites con el registro civil, felizmente puedo decir que mi nuevo nombre y sexo ya están cambiados en la partida de nacimiento, ahora espero al 28 de mayo para anunciarlos. Sé que parece nada serio esta parte, pero es el día que elegí para dar a conocer este sentimiento que vive en mí y que ya no tiene ganas de luchar consigo mismo.