"Sos una pelotuda fenomenal. Yo a vos te cago a trompadas", le dijo a su vecina

Vivir en un edificio es complicado, sobre todo, si se tiene una vecina metida y molesta. No es fácil lidiar con gente y si tenés un departamento tenés que bancarte las mil y una. La situación ya era difícil de llevar, pero se complicó más aún con la llegada de WhatsApp y los famosos grupos de vecinos. 

Esos grupos lo único que logran es complicar la relación entre los habitantes del edificio. En lugar de ser algo práctico, que facilite las cosas, es el caldo de cultivo para los malos entendidos y los problemas.

Pero la situación más peligrosa es cuando la vecina molesta se potencia con WhatsApp como arma. Ese cóctel explosivo es la pesadilla de todo vecino. No se sabe con lo que puede salir. Un chisme, una crítica, una metida de pata, una queja. Hay muchas opciones y ninguna es buena. 

En este caso se trató de una metida de pata que arruinó una relación de pareja. Las protagonistas fueron Sonia, como la vecina molesta; y Sandra, como la pobre víctima. A continuación, la conversación:

• Sonia: "Hola, ¿Cómo te va? Perdona que te moleste por privado, soy Sonia. Che no te iba a decir nada porque no sé cómo lo vas a tomar pero anoche se escuchó todo desde acá. No quiero meterme en tu vida pero te lo digo para que lo sepas y tengas más cuidado. Besos".
• Sandra: "Ah ya sé quién sos, es que no tengo agendado a ninguno, ya te agendo. ¿Cómo estás? Ruido de qué?".
• Sonia: "De eso, ya sabes. ¡La cama, los gritos!"
• Sandra: "Jajaja. Gracias por avisar, pero ha sido en otro depto".
• Sonia: "Si te escribo a vos es porque estoy segura que fue en tu departamento".
• Sandra: "Te digo que no, yo estaba en Salta hace una semana. Recién llego a mi depto".
• Sonia: "¿Qué? Nada, nada, deja si vos lo decis".
• Sandra: "¿Qué insinúas? Para para, ¿vos estás segura que fue acá?".
• Sonia: "Nono, hace de cuenta que no te dije nada". 
• Sandra: "Si me dijiste ¡Ahora hacete cargo! Ya me dejaste la cabeza a mil".
• Sonia: "Mirá, te escribí para que no tengas quilombo con los vecinos y metí la pata hasta la mierda. Si fue en tu departamento. Lo escuche desde que salí del ascensor. Fin".
• Sandra: "Que hijo de puta que es. ¡Me gorrio!. Gracias por avisar. Ya lo llamo".
• Sonia: "Yo nunca te escribí. ¿Si?".

Dos horas después, retoman la conversación y Sandra le dice a Sonia que ya habló con su pareja y le tiró todas sus pertenencias por la ventana.

• Sandra: "Me destrozó, ¡no entra más!".
• Sonia: "Perdón por armar semejante quilombo, no era mi intención".
• Sandra: "Hiciste bien Sonia, sino me lo decías lo iba a seguir haciendo".
• Sonia: "Pero siento culpa".
• Sandra: "Culpa tiene que sentir él por basura. Hasta el plasma le tiré a esa mugre inmunda".
• Sonia: "Tranquila Gaby no hagas locuras. Trata de calmarte".
• Sandra: "¿Qué Gaby? Yo soy Sandra"
• Sonia: "Me jodes? ¿Vos no sos Gaby la del 4C?. No me digas que las agendé mal".
• Sandra: Ah no, vos sos una pelotuda fenomenal. Yo a vos que cago a trompadas".
• Sonia: "Seamos dos mujeres civilizadas. Hablemos, fue una simple confusión".
• Sandra: ¡A vos te voy a cagar a trompadas civilizadamente! Y después te escucho. ¿Te parece? La recalcada concha de la tal Gaby también".