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Natalia Oreiro abrió su corazón para contar una desgarradora enfermedad que tiene desde la infancia

La actriz confesó algo de su privacidad que lo tiene desde su infancia y que ahora lo ha sabido sobrellevar.

Natalia Oreiro abrió su corazón para contar una desgarradora enfermedad que tiene desde  la infancia

Si bien Natalia Oreiro es nativa de Uruguay, es Argentina por adopción. Desde que llegó a Buenos Aires, con ganas de salir hacia adelante como artista supo cómo conquistar al público que la sigue gracias a tu poderoso talento que ha demostrado en novelas como 90-60-90, modelos y Muñeca brava.

Si existe algo que la caracteriza es su simpatía, algo que domina perfectamente y que la ha ayudado a alejarse de los problemas. Una carrera correcta desde todo punto de vista. Sin embargo, en los últimos tiempos decidió que sus fans la conocieran un poco más. Fue cuando se abrió una cuenta de Instagram para compartir novedades. Una de ellas relacionada a un trauma de su infancia el cual reveló en esta ocasión.

Natalia es una caja de sorpresas y, como muchas personas en todo el mundo, ella también tiene obsesiones. Situaciones que dejaron huellas en su vida y de las que todavía no logra liberarse. Y una de las que contó en una entrevista con ¡Hola! ante la pregunta de las cosas que más la incomodan, la diseñadora de moda, no lo dudó y dijo: “Mi misofonía, un tema que tengo con ciertos ruidos que generan las personas y me provocan angustia”.

Seguidamente agregó más detalles de lo que suscita: “Desde joven me hace sentir muy sensible. No tiene cura, es neurológica, de las llamadas enfermedades extrañas. Cuando las personas expresan ansiedad con algún movimiento a repetición, la gente con misofonía tienden a absorber esa inquietud”

Por otra parte, reveló lo que le inquita de otras personas, esas cuestiones que no pude soportar y que le causa enojo. “La falta de empatía, el no ponerse en el puesto del otro. La gente no escucha para entender sino para reprochar a los que padecemos de esta enfermedad”.

El malestar que siento es diario, pero Natalia Oreiro ya encontró manera para poder sobrellevarlo. “El chicle para mí es el punto máximo, la lapicera también. Cuando me subo en el coche inmediatamente me pongo los auriculares. Esta es una manera de sentirme relajada”.

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