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La peor cena de la vida: salteños fueron a comer y les sirvieron un "encargado sacado"

Un hombre denunció el espantoso momento que vivió en un local salteño

La peor cena de la vida: salteños fueron a comer y les sirvieron un "encargado sacado"

SALTA (Redacción Voces Críticas) Un salteño se negó a “hacer borrón y cuenta nueva”. Decidió compartir por redes sociales el espantoso momento que vivió en el local “Carbonero”, donde fue violentado verbal, y hasta casi, físicamente. “No soy de hacer estas cosas, pero a la violencia y a los violentos directamente no los tolero”, aclaró.

Por medio de su cuenta de Facebook, un hombre hizo su descargo y denuncia. El pasado jueves, experimentó la peor cena posible en un restaurante salteño. En compañía de su pareja y suegro, fueron increpados por uno de los encargados del establecimiento totalmente “sacado”. 

La disputa inició luego de que el salteño se percatara de que no le habían traído la orden completa. Solicitaron una parrillada pero les faltaba un corte de carne. Como les querían cobrar por algo que no habían consumido, le reclamaron al local, quienes los trataron de “mentirosos”. 

“Obviamente al pedir la cuenta nos estaban cobrando por algo que no nos dieron y cerrados en negar el diálogo decidí solicitar el libro de quejas para realizar la denuncia en Defensa del Consumidor. Para sorpresa nuestra, el local no contaba con el libro de quejas, es decir que no están cumpliendo con el derecho que tiene el consumidor a reclamar”, detalló la víctima.

Pese a no contar con el libro de quejas, de igual forma, el salteño dejó asentado su reclamo en una hoja. Sin embargo, uno de los encargados se rehusó a permitir que el hombre se expresara. “En el momento que comencé a redactar la queja, uno de los encargados se enojó por un comentario de mi suegro y se sacó mal. Comenzó a gritar sin importarle que había clientes mirándolo. Su alteración llegó a ser tan violenta que hasta insinuó querernos agredir físicamente”, manifestó. 

Sostuvo que el encargado fue un irrespetuoso e incoherente. Sus compañeros debieron someterlo y trasladarlo a la cocina antes de que comenzara a atacarlos. El salteño simplemente buscaba asentar “el mal momento que nos hicieron pasar y exponer lo que les puede tocar si van a este local.”

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