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Asesinato

El terror de la vida real: durmió con el cadáver del amigo que asesinó y lo escondió en un lugar retorcido

Un hombre habría asesinado a su amigo y luego lo habría ocultado en un sitio impensado

El terror de la vida real: durmió con el cadáver del amigo que asesinó y lo escondió en un lugar retorcido

En las últimas horas, encontraron el cadáver de una persona identificada como René Luis Grobets, a quien habrían asesinado a balazos. Se trata de un joven de 27 años, quien era buscado desde el lunes pasado en la localidad bonaerense de Chacabuco. 

La última vez que vieron a la víctima fue el pasado lunes 4 de julio. Presuntamente, aquel día él salió de su casa rumbo al hospital de Chacabuco, pero jamás regresó. Por ese motivo, la pareja del joven decidió denunciar que se encontraba desaparecido.

Después de casi cinco días de búsqueda, las autoridades policiales localizaron a Grobets. Sin embargo, solo hallaron su cadáver. Fue una verdadera escena de terror. Los restos estaban en el interior de una calesita destartalada, la cual se encontraba en un predio abandonado, ubicado en el cruce Av. Presidente Raúl Ricardo Alfonsín y calle Pringles

El cadáver presentaba heridas de balas por lo que se cree que esa habría sido la causa de muerte. Por otro lado, en ese terreno también encontraron a un hombre, de 41 años, llamado Diego Abel Pérez y lo arrestaron como el primer y único sospechoso, hasta el momento.  Este sujeto es un vecino de la zona y era amigo de la víctima.

Según las primeras versiones, Grobets y Pérez se habrían encontrado el sábado en un asado y mantuvieron una discusión, que desembocó en el asesinato del joven de 27 años. Luego, el presunto homicida habría llevado el cuerpo sin vida hasta su predio para enterrarlo, pero lo habría dejado en la parte central de la calesita por 2 días y la policía lo encontró.

Por último, una fuente cercana a la causa dijo: “Después de matarlo lo escondió en la calesita en desuso que hay en el predio donde vive, en el cual también se descartan autos abandonados, motos, cubiertas, chatarras. Hay no más de cinco metros de distancia entre la precaria habitación del acusado y donde estaba el cuerpo”.

 

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