Los emotivos orígenes de la celebración del Día de la Madre

Como sucede desde hace tiempo en Argentina, el Día de la Madre se celebra el tercer domingo de octubre para deleite de las homenajeadas.

El Día de la Madre tal y como se lo conoce hoy remonta sus orígenes a 1865 y se lo debe a Julia Ward, una poetiza y luchadora por los derechos que comenzó a organizar celebraciones religiosas para reivindicar y recordar a aquellas mujeres madres victimas de esa dolorosa herida que Estados Unidos recuerda con el nombre de Guerra de Secesión, la lucha entre el norte y el sur del país por la abolición de la esclavitud.

Así fue tomando cuerpo el Día de la Madre porque a la vez que Ward proponía establecer un día para recordar a las madres enfrentadas en el conflicto, otra mujer, Ann Jarvis, se ocupaba del tema. Nacida en Virginia toma la posta de Ward y convoca a reuniones con el mismo carácter. Así fueron pasando los años.

Al fallecer Ann Jarvis, su hija continúa con el legado de su madre y sigue convocando a reuniones para recordar a las mujeres y madres del país. Reclamaba que tomara cuerpo la idea de establecer un día, llamándolo el Día de la Madre. La idea era que el centro fueran aquellas mujeres que lo dan todo, día a día, para cuidar, proteger, guiar y enseñar a sus hijos. De ahí el dicho popular: ¡Madre hay una sola!

Fue así como, luego del inicio de la campaña de Jarvis en 1907, fue revitalizándose paulatinamente la idea y personalidades influyentes de la época fueron sumándose a la iniciativa. En 1914, por fin, se estableció formalmente el Día de la Madre en Estados Unidos.

Google recuerda con un significativo doodle el Día de la Madre en Argentina. Sí, le dedica un doodle al país austral. Dos manos que se tocan, toman contacto, se “miran”, se acarician. Un símbolo que lo dice todo, que habla de los pesares, angustias, alegrías, apoyos y desvelos que solo una madre vive por sus hijos.

¡A celebrarlo con todo, reuniones familiares, afecto y descanso, todo junto en un memorable Día de la Madre!