Caso Jimena Salas: encontraron pruebas que complicarían aún más a los hermanos Saavedra

Salta - (Redacción Voces Críticas) En el marco de las investigaciones que se están realizando por el femicidio de Jimena Salas, el Ministerio Público Fiscal comunicó que los vehículos de Carlos Damián Saavedra y Adrián Guillermo Saavedra, los hermanos de Javier, el principal sospechoso, estuvieron en las inmediaciones del domicilio de la víctima en el momento del crimen.

Esta confirmación se dio luego de que el abogado defensor de los imputados, Marcelo Arancibia, haya pedido la nulidad del procesamiento de los dos acusados, debido a que las pruebas de ADN resultaron negativas en ambos casos.

Sin embargo, a partir de una gran cantidad de pruebas cosechadas en esta semana, luego de distintos informes solicitados a universidades, a la empresa Aguas del Norte y a otros organismos, se pudo determinar que las coartadas y las manifestaciones exculpatorias que se esgrimieron en las audiencias de imputación no tienen credibilidad alguna.

En cuanto a los testimonios que la defensa técnica de los acusados aportaron, no produjeron ningún tipo de información relevante para la investigación. Esto es porque todo lo auditado corresponde a situaciones tanto previas como posteriores al crimen de Jimena Salas.


Jimena Salas fue asesinada en enero de 2017 en su domicilio, en la localidad de Vaqueros

Cabe recordar que, en la casa de la víctima, se pudieron encontrar dos perfiles genéticos masculinos que, además, evidenciaban una familiaridad entre sí. Dado que los hermanos de Javier 'Chino' Saavedra dieron negativos en los cotejos, se procedió a convocar a los demás familiares del principal acusado en pos de dar con el perfil faltante.

En cuanto a Javier Saavedra, se confirmó que su ADN estaba presente en 14 puntos de la escena del femicidio a Jimena Salas. Entre ellos, se encontró su sangre en la remera que una de las hijas de la víctima llevaba puesta aquel día, que estuvo encerrada en el baño del domicilio.

De acuerdo a lo relevado en la investigación, se pudo determinar que Jimena Salas intentó defenderse y a sus hijas, debido a que su cuerpo se encontraron múltiples heridas de arma blanca. Además, se pudo comprobar que al menos dos de sus atacantes fueron heridos. Esto se confirmó a partir de los cotejos de ADN, que pudieron esclarecer que la sangre de Javier Saavedra se encontraba en la escena.

Estas manchas de sangre, que pertenecerían todas al mismo imputado, fue encontrada en varios puntos de la casa ubicada en el barrio San Nicolás: en el hombro de la remera de una de las hijas de Jimena, en un acolchado, en el piso de la cocina, en el pasillo y en la habitación principal.