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Una canasta en juego
Una insólita apuesta: un churrero siguió los pasos del Dibu Martínez en un particular desafío playero
La victoria de Argentina en el pasado Mundial sigue candente en la gente y uno de los hitos recientes tuvo que ver con un particular reto hacia una familia que vacacionaba en Mar Azul
El Dibu Martínez ya estaba consagrado cuando el último Mundial lo terminó de inmortalizar por siempre. Sus atajadas magistrales salvaron más de una vez al equipo argentino. Y la última, justo en el último minuto del partido, quedó en los anales de la historia del fútbol.
Tras la victoria de Argentina en el pasado mayor evento deportivo, las figuras de los jugadores circularon entre la población de diferentes formas: desde la comparación de Julián Álvarez con Spiderman luego de su maravillosa jugada, hasta el llamativo gesto de Messi hacia Louis van Gaal.
El arquero de la selección no quedó afuera de la memoria popular, tanto por sus pasados dichos como por su icónico baile y su particular accionar con la copa ganada. Recientemente, un churrero habría utilizado varias de sus frases para un particular desafío.
El hecho ocurrió en Mar Azul. Una familia disfrutaba de la playa cuando el vendedor los retó mientras imitaba al Dibu Martínez a jugar una tanda de 10 penales. La apuesta era simple. En su canasta le quedaba una docena de churros. Si la familia ganaba, se los quedaría. Si el churrero ganaba, debían comprárselos.
En el video se puede ver la jugada definitoria del desafío. Tras un intercambio de puestos, el vendedor tomó el rol de goleador. Mientras, un miembro de la familia se dispuso en el arco. Y luego de una gran patada, el churrero acometió un golazo, ganando la apuesta. Tras vitoreos y gritos se puede escuchar al final la voz de uno de los parientes que estaba filmando: “Hay que comprar los churros”.
El ícono futbolista estaría orgulloso de las acciones que continúa y continuará inspirando en la gente, tras quedar grabado por siempre en la consciencia popular.
