Camila Parker e Isabel II: una tumultuosa relación llena de humillaciones, rispideces y prohibiciones

Es sabido que la relación entre Camila Parker y la reina Isabel II fue una relación con picos y valles a lo largo de su historia. Contó con todo: conflictos, humillaciones y prohibiciones. Pero también hubo cierto comienzo pacífico.

El Palacio de Buckingham le abría las puertas por primera vez a la actual esposa de Carlos III cuando aun era esposa de Andrew Parker. La pareja era tratada con cordialidad por la entonces monarca inglesa. Sin embargo, todo se terminó cuando el romance entre su hijo mayor y su futura esposa salió a la luz.

A partir de aquel momento la determinación de la reina Isabel II fue contundente: le negó toda entrada a Camila Parker Bowles al Palacio. Frases como “astuta amante”, “esa mujer malvada” o “no quiero tener nada que ver con ella” salieron de su boca.

Pasaron años y fue recién un tiempo después de la muerte de Lady Di, exesposa de Carlos III, que este último decidió confrontar a su madre. Le suplicó que pudiera casarse con su amante. A lo que ella se negó rotundamente, informa Voces críticas.

Sin embargo, la princesa Margarita, hermana de la reina británica, intercedió en el asunto y logró convencerla. La madre del entonces duque de Gales les permitió tener una boda, pero con una condición: debía ser pequeña y discreta, algo totalmente alejado a la que planeaban.

Originalmente iba a ser un suntuoso festejo con 750 invitados y celebridades, además de exorbitantes banquetes. Pero bajo la orden de la reina debieron planificar una unión sencilla, que tenía que terminar a las 6 de la tarde y sin ninguna extravagante receta en las mesas.

De esta forma, el casamiento se realizó y a partir de ese momento la presencia de Camila Parker en la familia real inglesa fue definitiva. Así, la relación entre ella y la monarca inglesa fue inevitable, por lo que debieron convivir a lo largo de los años, hasta la muerte de Isabel II.