Es policía de Drogas Peligrosas y está acusado por más de 20 hechos de violencia de género

SALTA (Redacción Voces Críticas) Una mujer policía de Salta denunció a su ex pareja luego de seis años de ser victima de violencia de género. El acusado es un policía del departamento de Drogas Peligrosas de la Policía de Salta y las denuncias dan cuenta de 21 episodios de violencia física y amenazas, en la que utilizaba justamente el arma reglamentaria. Luego del informe, el martes fue detenido y ayer fue imputado por la fiscal Penal de Violencia Familiar y de Género 2, Luján Sodero.

Entre los delitos el cabo está acusado por cinco hechos de lesiones agravadas por género y relación de pareja previa, tres hechos de privación ilegítima de la libertad agravada y coacción, cinco delitos más por daños, cuatro hechos de amenazas con arma y dos casos de amenazas simples y coacción agravada.

La victima señaló que sufre violencia y maltrato del policía desde el año 2017 y nunca se animó a denunciar antes por las amenazas de muerte de este y la presión de pertenecer también a la fuerza policial. La mujer detalló múltiples hechos violentos, denunció que era golpeada, encerrada en un cuarto y el efectivo policial le prohibía hablar o sonreír a alguien. Señaló que le rompió cinco teléfonos para que no tenga comunicación y narró hechos repudiables de violencia física cuando estaba embarazada del hijo menor que tienen en común.

Asimismo, contó que el oficial de Drogas Peligrosas la golpeó con el arma reglamentaria y en varias ocasiones la utilizó para amenazarla de muerte. Entre los más de veinte hechos que se lograron contabilizar, relató que un día fue a buscar a su hijo a la casa del acusado y ante una discusión, el la ahorcó y encerró al niño hasta que llegó la policía.

Por todo ello, la fiscal Sodero solicitó la detención del policía acusado al considerar que su libertad es de gran peligrosidad para la víctima. Una vez más, la fuerza policial está involucrada en casos de violencia de género y en este sistema que parece el reino del revés, los policías que deberían cuidar a las mujeres, son los mismos que nos violentan y usan su cargo y hasta sus armas, para jactarse de la impunidad y el poder.