Tras pedir el mismo título de Isabel II, Camilla Parker no detiene sus feroces exigencias: Carlos III no la soporta

A la futura reina Camilla Parker parecen ocurrírsele a diario nuevas ideas para pedir, o exigir, algo a Carlos III o a la realeza. Desde que murió la reina Isabel II y su esposo tomó el trono como rey y se empezó la organización de la coronación, Camilla no ha dejado de hacer pedidos y gran parte de las personas en el palacio están impacientes.

Desde el diseño del trono donde se va a sentar, la corona con diamantes especiales, el vestido del diseñador de Lady Di y ahora, el título que se le dará tras ser nombrados reyes de Inglaterra muy pronto. Carlos III, quien no ha dicho nada al respecto, la mayoría hace creer que el rey está cansado de sus pedidos.

El palacio británico no se ha detenido con las polémicas que lo rodean desde hace varios meses, o años, y el departamento de relaciones públicas nunca había trabajado tanto, así que los pedidos de Camilla no es mucho lo que ayudan, por el contrario, complican más las apariencias de la familia real. Informa Voces Críticas.

Con la publicación del libro de Harry y los rumores de infidelidad entre William y Kate, Camilla ha quedado en un relativo segundo plano y eso parece no gustarle. Para muchos constantemente busca llamar la atención y llenar los titulares con su nombre y pedidos, muchas veces, extraños.

A la reina consorte la persiguen las polémicas y las redes sociales no pierden tiempo en revisarle cada uno de los movimientos, looks, ideas, e incluso, sonrisas o gestos. La coronación y su proceso no será la excepción y es que, aunque es el día de Carlos III como inicio oficial de su mandato, la verdadera protagonista será Camilla.

Todavía hay muchos cabos sueltos con respecto a la ceremonia que será el próximo mayo. Ha habido problemas con los invitados, los artistas que se van a presentar, qué familiares irán y dónde se sentarán. Más allá de todos los inconvenientes, todos los seguidores de la corona tienen la alarma puesta para no perderse un nuevo momento histórico que trae la familia real británica.