Nadie lo supera: la infame comida de la boda de David y Victoria Beckham que los sigue atormentando

El matrimonio de David y Victoria Beckham es de los más sólidos y estables en el mundo de la farándula. Se dice que tienen un hogar donde el cariño y la complicidad juegan un papel importante para su felicidad. Con sus cuatro hijos: Brooklyn, Romeo, Cruz y Harper, se han colocado como un ejemplo para otros matrimonios en el mundo del espectáculo.

En enero de 1998 la pareja Beckham anunciaba su compromiso, y un corto tiempo después contrajeron matrimonio en el castillo de Luttrellstown de Dublín. Luego de la ceremonia se dirigieron a la celebración.

Cuando llegaron al lugar los contrayentes, David y Victoria se habían cambiado de ropa.  De su atuendo blanco de la ceremonia, pasaron a usar atuendos púrpura, color que iba a tono con el tema de la fiesta. El famoso ladrón Robin Hood.

Lo excéntrico de la boda no llegó hasta ahí. Cuando apareció el pastel de bodas fue un impacto para todos, ya que no parecía para nada apetitoso. Lucía como sacado de la época medieval y a simple vista no se veía como un típico pastel de bodas.

El pastel constaba de tres pisos, cada piso estaba camuflado con una suerte de verduras crudas de muchos tipos, haciendo alusión a lo que se cree era lo que comían las personas de la época de Robin Hood. Lo que hacía ver al pastel como una super ensalada.

Cuando llegó el momento clásico del corte del pastel por parte de los recién casados, salió a relucir un sable, el cual fue tomado por los novios por el mango y de allí lo dirigieron hacia la torta vegetal para dar el corte respectivo entre risas.