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El pueblo experimental creado por Carlos III: esta es su excéntrica e insólita historia

Una de las tantas pasiones del monarca inglés es la arquitectura. Y este fue su estrambótico invento

El pueblo experimental creado por Carlos III: esta es su excéntrica e insólita historia

Se sabe bien que Carlos III tiene un conjunto de pasiones que cuanto menos llaman la atención. Su amor por los jardines, la comida orgánica y el arte son de común conocimiento. Pero hay otra cosa que lo fascina: la arquitectura.

Siempre mostró una marcada visión de ella: es un ferviente activista en contra de la arquitectura moderna. Tal vez el dicho más contundente hacia tal estilo sucedió en 1984, cuando se había anunciado un proyecto de ampliación de la National Gallery de Londres, al cual tildó de “ántrax monstruoso”.

Y al verse rodeado de una imparable arquitectura moderna a su alrededor tomó una de las decisiones más excéntricas de la historia: apoyar el diseño de una ciudad hecha siguiendo el estilo que más ama, el clásico.

Y así nació Poundbury, el reino en miniatura de Carlos III. El proyecto nació en 1988 y comenzó a construirse en 1993 con miras a concluirse en el año 2025. La construcción sigue el lineamiento de los principios descriptos en el libro del actual monarca, “Una visión de Gran Bretaña”, informa Voces críticas.

Nadie puede realizar un cambio sin el permiso del rey, nadie puede pintar una casa de un nuevo color sin el consentimiento de Su Majestad. Y a pesar de haber sido criticado por muchos como “un Disneylandia medieval”, no puede negarse que es algo casi inédito en la historia.

El pueblo experimental no tiene nada del llamado brutalismo que el rey inglés tanto odia. Todo sigue el estilo clásico que tanto ama. Y actualmente viven alrededor de 4000 personas. Unas 2000 trabajan en diferentes fábricas, servicios y negocios y en cuanto al turismo se destacan lugares como la Plaza de la Reina Madre o el pub “Duchess of Cornwall Inn”, inaugurado en honor a la actual reina consorte, Camila Parker.

Los mismos habitantes bromean con que son actores de un decorado. Y es que si algo se parece a un Truman Show de la realeza es este lugar, que como datos curiosos fue construido con cocheras demasiados pequeñas, por lo que los autos no pueden llegar a estacionar en ellas y se acumulan en las calles, aparte de contar por ahora con fábricas medio vacías.

La microciudad de Carlos III tiene pensado terminarse dentro de solo 2 años y se espera una población máxima de 6000 habitantes. Un pueblo que lleva erigiéndose hace ya 30 años, hijo excéntrico de la mente del monarca británico.

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