Kate Middleton dejará por el suelo a Camila el día de su coronación. Así será su venganza

Los rumores sobre la infidelidad del príncipe Guillermo han copado los titulares de todo el mundo en los últimos días, por lo que era inevitable que la polémica llegara a oídos de Kate Middleton. Se dice que es por esta última que la Princesa de Gales romperá una ley de la realeza y avergonzará a Camila Parker por escudar a la amante del hijo de Carlos III, Rose Hanbury.

Cuando Kate Middleton se enteró de la traición del príncipe Guillermo surgieron detalles, como cuánto tiempo el duque se había estado reuniendo en secreto con Rose Hanbury y el hecho de que fue Camila Parker quien sabía sobre el asunto e incluso lo mantuvo en secreto.

Debido a esto, la duquesa de Gales no perdonó a la reina consorte y buscará vengarse de ella por esconder a toda costa a su amante, por lo que espera ansiosa el magno día para poner en acción su macabra jugada. Informa Voces Críticas

Fuentes cercanas al Palacio de Buckingham señalan que Camila Parker ha introducido una nueva regla para toda la familia real que prohíbe a cualquier miembro acercarse a la multitud que se apuesta fuera del palacio; una regla que romperá la duquesa de Gales para humillar a la esposa de Carlos III el día de la coronación; ya que no es secreto para nadie que la princesa es adorada por el pueblo británico. 

Kate Middleton romperá las reglas para humillar a Camila después de que la Reina escondiera a la amante del Príncipe Guillermo, y se dice que la Princesa de Gales es muy burlona e irrespetuosa con las reglas establecidas por la familia real británica. La situación ha enfadado al rey Carlos III, ya que todo ensombrece la coronación que está prevista para el 6 de mayo.

Este será el plan de venganza de Kate Middleton contra la reina consorte de Reino Unido luego de que protegiera a Rose Hanbury, su ex mejor amiga y ahora conocida por ser la amante de su esposo William. Por otro lado, se reveló que el enojo de la princesa es tan grande que rompió con otro protocolo al no inclinarse ante el rey Carlos III en el evento final de la familia real británica.