Por este motivo el príncipe Harry es una amenaza para la coronación de Carlos III

A pocas semanas del gran día de la coronación del rey Carlos, muchos son los detalles que salen cada día con respecto a este gran evento tan importante para la corona británica, incluso cuando la familia real lidia con los últimos escándalos que involucran al príncipe Harry y a su esposa Meghan al lanzar lapidarias confesiones sobre la familia real en su documental y libro de memoria “Spare”.

Ante este inmenso escándalo el mandatario británico ha querido limar asperezas a pesar que aún está dolido con lo que ha hecho el príncipe Harry al querer avergonzar a la familia con fuertes declaraciones sobre ellos.

A pesar de todo esto los duques de Sussex han sido invitados oficialmente al evento del 6 de mayo, pero aun la pareja real no ha confirmado sí asistirán o no. Aunque el menor hijo de Lady Di y Carlos ha mostrado su intención de un posible acercamiento, de hecho, hace días una nota de Voces Críticas reseñó que el mismo Carlos III se había negado a recibirlo incluso ordenó su ingreso a Buckingham.

EL príncipe Harry ha demostrado la intención de reunirse con su padre y hermano mayor en privado, pero con la condición de recibir una disculpa de parte de ellos, pero según la opinión de un experto real piensa que es poco probable que el rey Carlos acceda a esta petición de su menor hijo y quizás sea por eso que no quiso reunirse con él.

El autor Nigel Cawthorne, autor de Prince Andrew, Maxwell and the Palace, tuvo una entrevista con un medio británico y aseguró: “Por suerte , Meghan ha estado callada, es el príncipe Harry quien debe pedir disculpas, lo que representará una gran amenaza para la coronación ya que por orgullo no lo hará y lo más seguro es que empiece de nuevo a lanzar fusiles contra la familia real”.

Bien sabemos que semanas antes de la coronación el rey Carlos por castigo al príncipe Harry había retirado los títulos a sus nietos, pero desistió y decidió otorgar títulos reales y reconocer a los hijos de su menor hijo como príncipes de pleno derecho y miembros de la monarquía británica.