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POR GREGORIO CARO FIGUEROA

Juan Carlos García Santillán, historiador salteño: entre olvidado y ocultado

Juan Carlos García Santillán, historiador salteño: entre olvidado y ocultado

SALTA (Por Gregorio Caro Figueroa) Aludiendo al oficio de historiador, advirtió Lucien Febvre: “El pecado mayor de los pecados, el más irreversible: el anacronismo”. Pecados de historiador que, lejos de ser veniales, suelen ser desmemoria deliberada y ocultamiento. Falta que se agrava cuando un historiador somete a un colega meritorio a olvido y supresión.

Versiones tendenciosas de nuestro pasado, empeñadas en adjudicar trayectoria centralista, y hasta “antinacional”, a la Academia Nacional de la Historia omiten mencionar que, el primer homenaje tributado a Güemes en Salta, se realizó en 1885 en un acto organizado por Ángel Justiniano Carranza quien, ocho años después fue cofundador, con Mitre, de la Junta de Historia y Numismática,hoy denominada Academia Nacional de la Historia desde 1938.

Para construir esa imagen deformada, no se menciona que fueron miembros de esa Junta de Historia y Numismática los historiadores salteños Bernardo Frías, José Evaristo Uriburu, Carlos Ibarguren y Joaquín Castellanos.

Aquel homenaje de Carranza, la primera y gran “Historia de Güemes” de Frías y las honras a Güemes en 1921 bajo el gobierno de Joaquín Castellanos, desmienten la animadversión de la llamada “historia oficial” por Güemes.

Olvidos o desconocimientos más recientes recaen sobre académicos salteños que por no residir en Salta, son borrados de la historia de la historiografía local. Son los casos de Augusto Raúl Cortazar, Joaquín Pérez y Severo Cáceres Cano.

A ellos se añade monseñor Miguel Ángel Vergara que, aunque nació en Catamarca, y realizó gran parte de su labor de investigador en Jujuy, residió en Salta, dirigió el Museo Histórico del Norte y murió en nuestra ciudad en 1972.

Pero el mayor desconocimiento y olvido dentro de la trayectoria de los historiadores salteños es la del doctor Juan Carlos García Santillán. Nacido en Salta el 23 de junio de 1897, de padre español (Ciriaco García Santillán) y madre salteña (Ofelia Santillán Güemes). Cursó estudios primarios en Salta, en el Colegio Belgrano. Al habilitarse allí el ciclo secundario, prosiguió en él sus estudios. Después se trasladó a Buenos Aires donde completó esa etapa en el Colegio El Salvador, de cuya Universidad fue uno de sus fundadores.


SUS DOCTORADOS EN ESPAÑA


En esa Universidad se doctoró en Filosofía y Letras, con una tesis sobre “La Filosofía de Roberto Saitschik”, publicada en 1928. Años después se trasladó a Madrid en cuya Universidad Central (actual Universidad Complutense) obtuvo el título de Doctor en Derecho. Del cruce de su formación en Filosofía y en Derecho y de la fusión de su “amor a la patria y amor a la humanidad”.

Influido por sus lecturas del jurista Francisco de Vitoria, fraile dominico “preocupado por los indios”, y considerado uno de los pioneros del Derecho Internacional y los Derechos Humanos, a los 26 años García Santillán comenzó a trabajar su tesis doctoral sobre “Legislación sobre Indios del Río de la Plata en el siglo XVI”. “Mi preferencia era el Río de la Plata” y la legislación humanitaria de España en América, anotó.

Tesis que terminó de redactar en Sevilla a mediados de 1925. Mereció calificación sobresaliente y premio. Libro de once capítulos, un nutrido apéndice documental incluido en sus 464 páginas, fue editado por la Biblioteca de Historia Hispanoamericana, en Madrid en 1928.
Aquel año García Santillán era Miembro Honorario y Correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación y del Colegio de doctores de Madrid.

El prefacio de este primer libro suyo, define a García Santillán como “investigador concienzudo y perseverante en el Archivo de Indias; conferenciante meritísimo, de los datos que acumuló allí, con paciencia de benedictino, en los centros culturales más importantes de Madrid”.
En el pórtico de su tesis doctoral García Santillán escribió en la dedicatoria: “A mi padre, español, que prácticamente me enseñó amar a España; a mi madre, argentina, que me inculcó desde la cuna los sentimientos de piedad y Justicia que de Castilla heredara. A la colonia española de Salta, ejemplo de noble patriotismo”. También a la Argentina: “mi patria generosa, abierta a la Humanidad”.


EN EL ARCHIVO DE INDIAS, DE SEVILLA


El tema de su tesis ensanchó el camino de las investigaciones sobre el tema de la condición de los habitantes originarios de esta parte del vasto Imperio Español. García Santillán no se limitó a leer y glosar textos este tema.

Fue consciente que la obtención del doctorado demandaba mayores exigencias. Por esto, además de “adiestrarse en la investigación científica”, se trasladó a Sevilla decidido a bucear con paciencia el “inagotable Archivo General de Indias”, cuya organización en aquellos años era “aún imperfecta”.


La empeñosa búsqueda de García Santillán fue dando sus primeros frutos. No sólo encontró y leyó documentos consultados años antes por importantes historiadores americanistas, sino que encontró muchos otros “y muy interesantes documentos sobre la legislación de indios”, que permanecían sin ser tocados.

García Santillán recordó y agradeció “la gran figura de Don Adolfo Bonilla y San Martín, que, como maestro mío, con su característica generosidad se había espontáneamente brindado a ser el ser el introductor de mis primeras modestísimas producciones: él amó todo lo genuinamente español; él amó por eso singularmente a los hispanoamericanos sin prejuicios; él era un amigo y hasta un padre que les ofrecía su propio hogar para endulzarles los pesares de la soledad y la añoranza; pero él era también un solícito guía”.

Dos años antes de la edición de su tesis, como primer libro, García Santillán, el 18 de junio de 1926, anticipó los aspectos económicos de “Legislación sobre indios en el siglo XVI en el Río de la Plata”, en conferencia en la Real Sociedad Económica Matritense. Fue presentado por el académico Valentín Gutiérrez-Solana, quien destacó la labor altruista, los años de investigación y los “gastos cuantiosos” que demandó la tesis de García Santillán.

García Santillán hizo un aporte insoslayable con esta investigación sobre el tema de la legislación de la administración española sobre la protección de los pobladores originarios y de la condición social y la laboral. Llama la atención que los investigadores de mayor solvencia en este tema, como Enrique de Gandía, Gastón Gabriel Doucet, Adolfo Luis González Rodríguez o Ana María Lorandi, no registraran este precursor aporte de García Santillán.


OTROS TRAMOS DE SU TRAYECTORIA


La trayectoria académica de García Santillán incluye su condición de Académico de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de Sevilla; de la Academia Nacional de la Historia de México y correspondiente de la de Buenos Aires. Fue decano de Historia y Letras de la Universidad El Salvador; catedrático en la Universidad de La Plata; profesor invitado en las Universidades de Kansas y Munich. En 1962 fue designado rector de la Universidad Católica de Mar del Plata.

Según Nolasco Zapata, García Santillán fue condiscípulo de Antonio Machado, Pedro Salinas, García Lorca y Gerardo Diego. Regresado a la Argentina se desempeñó como docente en varios centros educativos en Buenos Aires.

Es autor de textos y libros sobre José Manuel Estrada, “La trascendencia social de la educación humanista” 938); “Estampas literarias”, entre otros. Publicó artículos en el diario “La Nación” y la revista “Archivum”.
Reconocida como Universidad Católica de Salta, por decreto del Poder Ejecutivo Nacional del 2 de mayo de 1968, meses después García Santillán se incorporó como Director de Cultura de la Universidad Católica de Salta.

A solo de años de iniciado los cursos en esa Universidad, García Santillán destacó el logro de “una excepcional madurez pública y oficialmente reconocida por el decreto de autorización de su enseñanza universitaria con plena facultad de emitir títulos académicos profesionales, válidos para todo el país y aún para los demás con los cuales existen tratados de reciprocidad al respecto”.

Después de sus funciones en Salta, se trasladó a Puerto Rico donde, en los primeros años de la década de 1970, ejerció la docencia universitaria, en cuyo Colegio Universitario de Cayey publicó en 1978 su libro de poemas “Flor de mar. Ronda de Sonetos del Descubrimiento”.

Según dato aportado por el escritor e historiador Carlos María Romero Sosa - hijo de Carlos Gregorio Romero Sosa - el doctor Juan Carlos García Santillán falleció en diciembre de 1983, a los 86 años.-
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(*) Fragmento de un artículo sobre Juan Carlos García Santillán escrito por Gregorio A. Caro Figueroa que publicará la revista “Todo es Historia” en un próximo número.-

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