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Reo de la Justicia: imputan por "abuso se...al gravemente ultrajante" a Daniel Romero, el protegido del intendente de Vaqueros Daniel Moreno Ovalle

Ya no pueden excusarse y hablar de "falsas denuncias" ni de "alteraciones mentales" de la denunciante como tampoco -y mucho menos- de que todo es una operación política para perjudicarlo en estas elecciones

Reo de la Justicia: imputan por "abuso se...al gravemente ultrajante" a Daniel Romero, el protegido del intendente de Vaqueros Daniel Moreno Ovalle
lunes 24 de abril de 2023

SALTA (Por Franco Alvarado) La Justicia ha hablado y su voz hace temblar el edificio de la impunidad que sostiene hasta ahora a la gestión del intendente de Vaqueros, Daniel Moreno Ovalle. Mediante la Cédula de Notificación, expedida por la Unidad Delitos contra la Integridad Sexual a cargo del Dr. Sergio Federico Obeid, se ha dictado la imputación contra el denunciado, Daniel Osvaldo Romero, denunciado oportunamente por la señora, Andrea Marina Còrdoba Gonzàlez, como autor del abuso sexual.

En los considerandos de la Resolucion judicial expte n ° 751820/21, se dicta que se trata de un claro caso de violencia de género sexual, psicológica, simbólica en el ambito laboral que encontró su correlato en el encubrimiento de quien debiera haber obrado las acciones pertinentes de protección hacia la denunciante en su doble calidad, primero de mujer y luego de empleada bajo su administración.

 

Sin embargo, como ya fuera señalado en notas anteriores, la actitud del intendente Moreno fue de total inacción y falta de respeto elemental al responder ante la denuncia de la damnificada que "La culpa es de tu cuerpito que provoca violencia sexual", como lo consigna el Expediente pertinente. Ajeno a toda voluntad de imponer un orden, el intendente Moreno, relativizó la situaciòn agregando que "Ya va a pasar, hacé borrón y cuenta nueva", declarándose así en una suerte de complicidad con el autor del agravio y relativizando un abuso sexual como si hubiera sido el contagio de un resfrío.

Puertas adentro de la Municipalidad de Vaqueros, la actitud de la denunciante develó situaciones escabrosas similares que ya se habrían sucedido desde tiempo atrás donde otras mujeres habrían sufrido estos ataques, sólo que en razón de su carácter o urgidas por la necesidad de conservar su puesto de trabajo se mantuvieron en el silencio.

De las primeras denuncias de la señora Córdoba González surgió una primera medida cautelar consistente en una perimetral dictada contra el denunciado Romero quien tenía prohibido acercarse al local municipal. No obstante, no se habría cumplido en los primeros tiempos tal restricción y el dicho Romero habría seguido frecuentando las oficinas municipales haciendo uso incluso de los vehículos oficiales para sus traslados personales, mientras se desataba una verdadera campaña de persecución contra la víctima.

En ese orden la denunciante y ultrajada empleada habría sufrido desde el desarraigo de su lugar natural de trabajo -pertenece a la planta permanente-, acciones de hostigamiento por parte del círculo rojo del intendente Daniel Moreno quienes en un acto de incalificable bajeza hasta habrían llegado a colocar materia fecal en el asiento de la ahora perseguida Córdoba González.

Fuentes inobjetables consultadas afirmaron que a pesar de la perimetral dictada "Nada pasaba y Romero seguía viniendo como si nada, dando órdenes y haciendo las veces de un intendente tanto en ausencia de Moreno como cuando éste se encontraba". Mientras tanto, el cuadro de convivencia interno dentro del municipio ya se habría descompuesto cuando ante la valiente actitud de Córdoba González, otras empleadas comenzaron a contar sus experiencias, lo que habría dado como resultado traslados compulsivos de oficinas y destitución de sus cargos como medida disciplinaria. Se impuso literalmente una ley del silencio en la Municipalidad de Vaqueros.

El tezón y una férrea voluntad de la denunciante que soportó durante cuatro años situaciones de violencia verbal, laboral y psicológica llevaron al intendente Daniel Moreno a ordenarle que se realizara pericias psicológicas en el Hospital Miguel Ragone en un claro intento no sólo de proteger a su asesor político sino de "hacer pasar por loca" a la denunciante. Ese sólo acto indica cuál es la escala de valores morales del intendente y en qué sitio de su consideración tiene a las mujeres, lo cual denuncia el claro sentido misógino que lo preside.

Tan cierto es lo anteriormente descrito que esa falta de respuesta y protección de una mujer ultrajada por su mano derecha determinó que la justicia se encamine a investigar también por esta situación al intendente, Daniel Moreno Ovalle, y que podría tener saldo similar al que se ha dictado contra el agresor sexual, Romero.

En este punto es donde se fractura la mentira y el encubrimiento del intendente, Daniel Moreno Ovalle, acto que va mucho más allá de la persona hoy imputada; primero porque denuncia que en su esquema mental el encubrimiento es una polìtica pública, segundo, que pareciera que las mujeres son sólo objeto de deseo y no tienen la dimensión que merece y que el Derecho argentino resguarda y por último, que ya nadie puede hablar de "falsas denuncias" ni de "alteraciones mentales" de la denunciante como tampoco -y mucho menos- de que todo es una operación política para perjudicarlo en estas elecciones.

Se trata nada más ni nada menos que de una medida emanada de la Justicia que le dice a todos los salteños que efectivamente existió el delito, que efectivamente se trató de encubrir y que ahora el proceso continúa. Habrá que decir como es propio finalizar cada escrito judicial: SERÀ JUSTICIA.

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