Coronación: la costosísima joya hecha de oro y piedras preciosas que Carlos III solo utilizará una vez

La coronación está pronta a realizarse, tan solo unas horas marca la cuenta regresiva para que en la Abadía de Westminster se lleve a cabo la tan esperada celebración. Los invitados ya están en Reino Unido, los miembros de cada monarquía ya se encuentran en camino a Londres y el rey Carlos III se siente más ansioso que nunca.

En Londres ya está todo listo, las personas y los fanáticos esperan fuera del lugar para presenciar un hecho histórico, mientras que en el Palacio de Buckingham la seguridad está a la orden, el rey Carlos III se está preparando y Camila Parker-Bowles está ultimando detalles para hacer su primera aparición como reina oficial. 

Mientras tanto el heredero al trono, el príncipe Guillermo, se encuentra con sus hijos y esposa, Kate Middleton, esperando a cumplir su importantísimo rol en el evento. Además, hace unas horas se encontraba cumpliendo con las últimas tareas de su agenda junto a su esposa, donde buscaron ser cercanos al pueblo y viajaron en tren a su destino.

En Voces Críticas, mientras tanto, te contamos todas las curiosidades que tenés que saber para que mañana, cuando estés presenciando tal momento por tu celular, televisor o computadora, puedas saber la historia y el significado de cada joya o procedimiento que se lleve a cabo. En este caso, te hablamos de la joya más valiosa de la coronación.

La Corona de San Eduardo es una de las piezas más importantes de la realeza, tanto por su gran valor económico así como el histórico. Habitualmente se encuentra en la Torre de Londres, pero hace unas semanas viajó directo al taller. Esto se debe a que se debió adaptar a la cabeza de Carlos III, quien solo la utilizará una sola vez en su vida.

Esta pieza fue creada en 1661, cuenta con una estructura de oro macizo de 22 quilates y está engastada con 444 piedras preciosas y semipreciosas. Si bien su valor es incierto, se estima que esté valorada en 4,5 millones de dólares. Además, debido a la combinación de sus materiales, su peso es de 2,23 kilos, por lo que Carlos III deberá aguantarlos en su cabeza por unas horas, informa Voces Críticas.