Mira no más: así de bella lució la princesa Charlene en su llegada al palacio de Buckingham

La princesa Charlene de Mónaco ha llegado ya a la coronación del rey Carlos sorprendiendo a muchos con su atuendo de gemas incrustadas. Al llegar, se unió a los otros líderes y se tomó fotografías con su esposo el príncipe Alberto, quien llegó junto a ella. La princesa lució un vestido semi casual de gala color azulado. 

 La ex nadadora llegó hace muy poco con su esposo a la recepción deel palacio de Buckingham. Con ese vestido, recorrió Londres deslumbrando a muchos con su elegancia. La princesa Charlene optó por combinar color claro con pantalones anchos y una blusa incrustada, rompiendo el protocolo de muchas, quienes prefieren ir con faldas o vestidos. En un solo hombro, el vestido presenta un dobladillo asimétrico con adornos de piedras preciosas. 

La princesa Charlene llegó casi al unísono a la reina Letizia y la princesa María de Dinamarca, quienes también lucían como todas unas reinas sacadas de un cuento de hadas. Se le pudo visualizar con un bolso de mano plateado y tacones de tiras a fuego. Asimismo, portaba su tan particular peinado corto - informa VOCES CRÍTICAS.

La princesa de Mónaco, quien hoy tiene 45 años y es madre de dos hijos, completo su vestido con aretes de diamentes con patrones florales. A pesar de que muchos describen su vestido como un atuendo ostentoso, la mejor palabra para describirlo es más bien 'sencillo pero glamoroso'. 

 Su esposo, el príncipe Alberto de Mònaco no llevó algo tan llamativo, pero hizo lo posible para combinar su traje con el de su esposa. Fue con una camisa color beige claro debajo y una corbata del mismo color azulado del atuendo de la princesa Charlene. Fueron protagonistas de muchas fotos que ya están en portadas. 

 Por lo visto en las fotos, el matrimonio de la princesa Charlene y el príncipe Alberto de Mónaco está fuera de peligro. Hace poco, reaparecieron con vestimentas de colores parecidos junto a sus hijos en una salida, justo después de que el palacio se vio obligado a negar cualquier rumor sobre la ruptura de su relación.