Juan Carlos I suspende su visita a España y lleva calma a Zarzuela: Felipe VI y Letizia, aliviados

Juan Carlos I atemorizó al rey Felipe VI y a la reina Letizia durante los últimos días, debido a que todo indicaba que una vez más iba a participar de las Regatas de Sanxenxo; sin embargo, el monarca español se vio obligado a suspender su participación y llevó tranquilidad a los máximos referentes de la familia real, quienes no confían en que pueda mantener una buena conducta dentro de España.

Pese a que las Regatas de Sanxenxo son uno de sus momentos favoritos del año, Juan Carlos I decidió no regresar a España. Los motivos son muy simples, las condiciones climáticas no le hubieran permitido participar, por lo que el padre del rey Felipe VI optó por quedarse en Abu Dabi. Una vez más, la reina Letizia logró contener la difícil situación con su suegro, quien siempre genera polémicas cuando visita España.



El campeonato que tanto apasiona a Juan Carlos I se iba a desarrollar entre el nueve y once de junio pero el Real Club Náutico decidió posponer la competencia, debido a que por el clima no iba a poder resguardar a sus participantes. Aunque no se ha confirmado la fecha de reprogramación, la siguiente edición está programada para iniciar el siete de julio, competencia de la que el emérito no tiene pensado participar, al menos hasta el momento. Informa Voces Críticas

De esta manera quedó en la nada el plan del esposo de la reina Sofía, quien busca normalizar sus visitas a España para que, en un futuro no muy lejano, su estancia allí sea definitiva. El padre del rey Felipe VI es muy consciente de que su presencia genera cierta rispidez en gran parte de la ciudadanía e, inclusive, en los representantes más importantes de la familia real y busca terminar con eso mediante visitas más habituales.



De todas formas, tal como sucedió en la última visita de Juan Carlos I a España, la familia real siempre deja en claro las inquebrantables reglas de comportamiento que debe seguir el emérito y el resto de la corona española, para evitar escándalos durante su estancia. En el mes de abril, además de prohibirle declaraciones a la prensa, la realeza no le permitió tener demasiadas visitas ni hacer apariciones públicas que llamaran mucho la atención de la prensa y de los ciudadanos.