Abogados y consultas: el oscuro plan de Juan Carlos I para desligarse de Felipe VI para siempre

El ex monarca Juan Carlos I cuenta con un influyente amigo que tiene un papel relevante en las decisiones que pueda tomar. Además de Pedro Campos, el emérito cuenta con un cercano confidente en España, José Manuel Romero, conocido como el conde de Fontao, quien también es su asesor legal. Esta amistad lo favorese para tratar de eludir las imposiciones de su regreso a España planteadas por su hijo el rey Felipe VI.

Juan Carlos I tiene la intención de regresar a Sanxenxo cuando le plazca, ya que se siente muy bien acogido y aplaudido en esa localidad. Su deseo es establecer su base en Galicia para participar en el campeonato de regatas, aunque por el momento no se ha revelado el lugar exacto en el que se instalará.

Según fuentes cercanas al entorno del emérito,el padre del rey Felipe VI está inscrito en todas las regatas 6mR que se celebrarán este verano. Su intención es pasar largas temporadas en España, aunque no tiene intención de convertirlo en su lugar de residencia, ya que el régimen fiscal de Abu Dabi le resulta más beneficioso en términos de patrimonio.

Aunque el conde de Fontao fue reemplazado por Javier Sánchez-Junco Mans, la amistad entre ellos sigue vigente desde la década de los 60, cuando coincidieron estudiando Derecho en la Universidad. En 1993, el exmonarca contrató a José Manuel Romero como su abogado personal y asesor externo, confiándole la tarea de brindar asesoramiento jurídico en los asuntos que requiriera la Casa Real.

El papel del abogado es crucial en ayudar al emérito a regresar a España de manera cómoda y sencilla. Sin embargo, es importante destacar que Felipe VI está atento a todos los movimientos de su padre y no le facilitará las cosas sin antes ser consultado. El rey supervisa cada una de las apariciones y decisiones que pueda tomar Juan Carlos I, dejando claro que su autoridad es necesaria en todo momento. Informa Voces Críticas.

El retorno de Juan Carlos I a Sanxenxo generará expectativas y cierta tensión debido a su estrecha relación con el conde de Fontao y su intención de participar en las regatas. Será un nuevo episodio en el pulso entre padre e hijo, en el que el rey Felipe VI ejerce su papel de vigilante. La presencia del ex monarca en España plantea un desafío tanto para la Casa Real como para la opinión pública, que seguirá de cerca cada paso que dé. La colaboración entre Juan Carlos I y José Manuel Romero será fundamental para asegurar un regreso sin contratiempos, aunque deberán lidiar con el escrutinio y las posibles repercusiones de sus acciones.