Golpe letal para Charlene de Mónaco: el príncipe Alberto II la excluye de la familia real tras esta decisión

La relación de Charlene de Mónaco con el príncipe Alberto II siempre es foco de críticas debido a la inexplicable forma de comportarse que la pareja mantiene en público. A su vez, la ex nadadora es señalada como la figura más conflictiva de la familia, un detalle que su esposo no dejó pasar por alto. Como consecuencia de la crisis que el matrimonio enfrenta, el actual líder de Mónaco ha decidido dejar sin efecto las capacidades de su esposa. Estas son las últimas modificaciones que se anunciaron en el Principado y que perjudican notoriamente a la princesa.

El esposo de Charlene de Mónaco, Alberto II, anunció recientemente unos impactantes cambios en la legislación de su monarquía que dejaron en evidencia los problemas matrimoniales de la pareja. Pese a que en 2015 había señalado a su esposa como la única responsable del Principado, en caso de que él falleciera y su heredero al trono fuera menor de edad, el monarca estableció un nuevo decreto que relega a la ex deportista de este importante cargo.



Aunque se desconocen las razones de esta brutal modificación, Alberto II dejó en claro que no está conforme con el trabajo de Charlene de Mónaco dentro de la monarquía y es por eso que, en caso de que él muera o abdique al trono, su esposa no podrá hacerse cargo de la corona, pese a que es una de sus figuras principales y quien lleva más de una década como princesa consorte. Informa Voces Críticas

Según trascendió, en caso de muerte o abdicación, un Consejo de Regencia se deberá hacer cargo del lugar de Alberto II que, aunque será presidido por Charlene de Mónaco, señala al miembro más antiguo del Consejo de la Corona como el responsable principal. A su vez, este equipo de trabajo también estará compuesto por cuatro personas de confianza, elegidas por el príncipe Alberto II y por el presidente del Consejo de Estado.



Además, este nuevo y polémico decreto deja en claro que Charlene de Mónaco no podrá optar por el divorcio, para poder tomar posesión del Consejo de Regencia debido a que si lo hiciera, Carolina de Mónaco -su enemiga principal- pasaría automáticamente a hacerse cargo de este puesto, hasta que el heredero al trono cumpla la mayoría de edad. Sin dudas, este ha sido uno de los golpes más duros que la princesa ha recibido por parte de su esposo, el príncipe Alberto II.